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Paroniquia aguda. Doctor, me duele el dedo!



Hoy comento un reciente caso clínico, atendido esta semana en la consulta.

Acude a la consulta un niño de 6 años, le duele el dedo desde hace 24 horas. El día anterior su madre notó que se le había puesto rojo, alrededor de la uña del primer dedo de la mano izquierda. El niño estaba bien, así que tampoco hizo mucho caso. Pero hoy se ha levantado peor, se le ha hinchado, y no deja que se lo toquen.

El niño no tiene fiebre ni ninguna otra sintomatología. Sólo le molesta el dedo (Figura 1).

Imagen de un dedo con herida en la punta
Figura 1

Teniendo en cuenta que no nos encontramos en ámbito hospitalario, ¿qué harían? ¿Lo mandamos a urgencias para que le hagan un cultivo? ¿Son hongos o es otra cosa? ¿Empezamos antibiótico oral o lo arreglamos con cremas? ¿Pinchamos o dejamos en paz al pobre niño?

Paroniquia aguda: infección del reborde ungueal

Nuestro paciente tenía la manía de tirarse de los pellejos. Eso, unido a sus 6 añitos y algún pequeño traumatismo fueron la puerta de entrada perfecta para Staphylococcus aureus, el microorganismo responsable más frecuente de su etiología.

Manifestaciones clínicas

Es más frecuente en las manos que en los pies, y resulta favorecido por traumatismos, uñas encarnadas y otras soluciones de continuidad en el reborde ungueal, así como por diabetes y las alteraciones inmunológicas. Provoca enrojecimiento, con un grado variable de edema de reborde ungueal, inflamación, dolor intenso y pulsátil, frecuentemente con formación de material purulento o un absceso. Puede ir acompañado de linfangitis, adenopatías regionales o evolución a necrosis.

Sin tratamiento, la infección puede progresar a una erisipela, con fiebre y sintomatología sistémica.

Diagnostico y diagnostico diferencial

El diagnostico clínico suele ser fácil. El estudio microbiológico permite la distinción de otras paroniquias agudas infecciosas (estreptococos, pseudomonas, dermatofitos o cándida). Aunque en las paroniquias de origen fúngico se suelen comportar de manera más insidiosas, como una paroniquia crónica.

10 días más tarde

En el caso de cuadros agudos sin fiebre ni afectación del estado general, el tratamiento tópico con un antibiótico con actividad antiestafilocócica suele ser suficiente (ácido fusídico, mupirocina). En casos más graves, debe añadirse cloxacilina per os.

Y como ya decían los clásicos, “ubi pus, ibi evacua” de modo que después de aplicar clorhexidina, al niño le realizamos una pequeña incisión con la hoja de un bisturí, con lo que se quedó bastante aliviado. Después le recomendamos una crema de ácido fusídico y en unos días la lesión fue mejorando, con remisión de la sintomatología. Han pasado 10 días y no hay rastro de pus.