Baños de parafina en el eccema crónico de manos
Dra. María Rosa Senan Sanz | Medicina Familiar y Comunitaria
Centre d'Atenció Primària El Clot, Barcelona
Hasta el 15% de la población adulta realiza al menos una consulta por eccema de manos. Este problema genera un gran impacto no sólo de salud, sino también laboral, social y por lo tanto, de calidad de vida del paciente.
Se define eccema crónico aquel que dura más de 3 meses o bien aparece al menos dos veces al año. El eccema puede ser fisurado, numular, hiperqueratósico, dishidrótico o en forma de pulpitis, aunque frecuentemente se superponen estas formas clínicas entre sí.
El eccema crónico puede aparecer con más frecuencia en pacientes atópicos y también puede aparecer tras el contacto con una sustancia irritativa o alergénica. Es importante descartar que haya alguna sustancia desencadenante del eccema para poderlo solucionar.
El tratamiento en atención primaria se basa en la aplicación de emolientes y corticoides tópicos, aunque existen otros tratamientos como los inhibidores de la calcineurina, los retinoides orales, los inmunosupresores o la fototerapia.
La parafina es un hidrocarburo sólido derivado del carbón o del petróleo. Se utiliza para fabricar papel, velas y cosméticos. Asimismo, se conocen sus efectos terapéuticos analgésicos en las artritis y artrosis de manos, rigidez postraumático de tobillos y en el síndrome de túnel carpiano, ya que mejora la circulación y alivia el dolor.
Se ha realizado un estudio (Mir-Bonafé JF, et al) en el que se ha evaluado el efecto terapéutico de los baños de parafina en el eccema crónico de manos.
Los resultados en la mejora clínica y de la calidad de vida han resultado esperanzadores (Figura 1), por lo cual se abre un campo terapéutico coadyuvante en el eccema crónico de manos.
