TDAH: la necesidad de un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado
El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) es unos de los trastornos del neurodesarrollo más prevalentes, afectando al 6-7% de la población infanto-juvenil. Dada la elevada heterogeneidad clínica, su diagnóstico debe ser detallado y completo.
Si bien, la recogida de información (síntomas, antecedentes personales, familiares…) es importante, no debe obviarse la exploración física, obligada en todos los casos. Estos deberán acompañarse por la evaluación neuropsicológica ante la presencia o sospecha de trastornos del aprendizaje; esta evaluación puede ser recomendable igualmente ante la presencia de los mismos.
Las pruebas médicas, como los estudios genéticos o los estudios de neuroimagen, estarán condicionados por la historia clínica y la exploración física.
El médico debe está familiarizado en el diagnóstico y en el tratamiento. En este último aspecto, el arsenal terapéutico se ha ampliado notablemente en las últimas dos décadas. Si bien, la efectividad de estos tratamientos es marcada, y su tolerabilidad generalmente buena, el perfil de cada tratamiento puede ser diferente. El tratamiento, psicológico y farmacológico, deberá por tanto ser individualizado.