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Resistencias a antibioticos en el tratamiento del acné



En los últimos años se han publicado numerosos trabajos en relación al aumento de las resistencias al P. acnes debido al uso incorrecto de los antibióticos en el tratamiento del acné. Un estudio  publicado en la revista JAMA en junio de 2017 (1), ha investigado las evidencias actuales en este tema y su repercusión en los actuales tratamientos. En este trabajo  se citan estudios recientes que confirman que numerosos países han reportado resistencias en más de la mitad de las cepas de P. acnés aisladas.  Estas resistencias se han observado predominantemente a eritromicina (macrólidos) y clindamicina (lincosamidas) tópicas y en menor medida y, con variaciones regionales, a las tetraciclinas (2).

Por otro lado, el peróxido de benzoílo (POB), en distintas concentraciones, muestra similar eficacia a la de los antibióticos tópicos, pero sin el riesgo de inducción de resistencias; presenta como problemas principales la irritación de la piel y la decoloración de la ropa. El peróxido de benzoilo es comedolítico y actúa sobre el  P. acnes generando radicales libres. El POB añadido a los antibióticos tópicos, puede prevenir la formación de resistencias y aumentar la eficacia del tratamiento, aunque  solo la evidencia indirecta respalda la capacidad de PB para disminuir  la resistencia cuando se usa con antibióticos orales (3).

Todo lo anterior, unido a la falta de desarrollo de nuevos antibióticos, ha repercutido en las recomendaciones de las actuales guías clínicas.  Así, las guías de la American Academy of Dermatology de 2016 (4), European Evidence-Based Guideline for the Treatment of Acne (5) y el Documento de Consenso español para el tratamiento del acné (6),  desaconsejan el uso de antibióticos tópicos o sistémicos en monoterapia, siendo más desaconsejable la combinación de antibióticos tópicos y sistémicos. Todas las guías coinciden en  recomendar la administración conjunta de antibióticos tópicos y/o orales en combinación con peróxido de benzoilo (POB) o en su caso retinoides tópicos, cuando esté indicado el uso de antibióticos. Igualmente recomiendan que el tratamiento con antibióticos se debe pautar para periodos no superiores a los tres meses ó cuatro como máximo, según la americana.

En resumen, las actuales guías, aparte de limitar el tiempo de tratamiento oral con antibióticos, no recomiendan el uso de antibióticos en monoterapia tópicos ni sistémicos y mucho menos combinando ambos. En pacientes que se benefician del tratamiento con antibióticos tópicos, las formulaciones disponibles de antibióticos/Peroxido de Benzoilo en combinación fija deben ser utilizados, ya que simplifican el régimen y potencialmente mejoran la adherencia del paciente.


Bibliografía y referencias: