Publicidad banner vacunaccion sevilla es

¿El uso de antidepresivos puede causar disfunción sexual?


Dr. Sergio Arques Egea | Psiquiatría

Hospital Universitario Arnau de Vilanova, Lérida


Dentro de la heterogeneidad de síntomas que podemos encontrar en la depresión, existe uno que puede ser complejo de manejar, la disfunción sexual (DS). Esto se debe a que puede tratarse al mismo tiempo de un síntoma de la enfermedad o de un efecto secundario del tratamiento. En el primer caso, mejorará con la evolución positiva del cuadro clínico; en el segundo, va a representar uno de los principales motivos por los que los pacientes discontinúan el tratamiento. De hecho, aunque este problema tiende a ser subestimado tanto por los pacientes como por los propios médicos, existe una elevada prevalencia de disfunción sexual asociada a los antidepresivos, especialmente entre aquellos que actúan sobre el sistema serotoninérgico.

Los síntomas de disfunción sexual que podemos encontrar en relación al tratamiento antidepresivo pueden ser:

  • Disfunción eréctil
  • Disminución de la libido
  • Dificultades en la excitación
  • Dificultades en la lubricación vaginal
  • Retraso en la eyaculación
  • Anorgasmia

Estos síntomas van a afectar negativamente a la calidad de vida del sujeto que los padece y a su autoestima, pudiendo interferir en una adecuada adherencia terapéutica.

Pero, ¿a qué se debe esta alteración del normal funcionamiento a nivel sexual?

Distintos neurotransmisores han sido implicados en la respuesta sexual y la disfunción sexual ha sido relacionada con un incremento de serotonina, disminución de dopamina, bloqueo de receptores colinérgicos y alfa1-adrenérgicos, inhibición de óxido nítrico sintentasa y elevación de los niveles de prolactina. De un modo simple, podríamos resumirlo en que un incremento en la disponibilidad de serotonina inhibe el deseo sexual, la eyaculación y el orgasmo, principalmente a través del agonismo de los receptores 5-HT2 y 5-HT3, mientras que la liberación de dopamina incrementa la función sexual.

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los antidepresivos más ampliamente utilizados, son los que más asocian estos problemas de disfunción sexual. Todos y cada uno de ellos, sin excepción, pueden afectar a la función sexual de los pacientes de un modo u otro, probablemente en relación con el agonismo sobre el 5-HT2. También podremos encontrarnos con este molesto efecto secundario cuando tratemos a los pacientes con antidepresivos duales (venlafaxina, duloxetina y desvenlafaxina) y/o con tricíclicos (clomipramina y amitriptilina, entre otros).

¿Cuáles serían los antidepresivos con un menor riesgo de presentar esta afectación sobre la vida sexual de los pacientes?

Básicamente, todos aquellos que no actúen a nivel de la serotonina o que, actuando sobre este sistema de neurotransmisión, presenten también otros mecanismos que lo compensen. Incluiríamos en este grupo el bupropión, la mirtazapina, la reboxetina, la trazodona, la agomelatina y la vortioxetina.

¿Qué hacer cuando aparezca la disfunción sexual con un antidepresivo?

  1. Lo primero sería tranquilizar al paciente y explicarle qué está sucediendo, que no es nada raro ni grave.
  2. Se puede plantear, si la respuesta antidepresiva es la adecuada, esperar a que se resuelva espontáneamente el problema, ya que la disfunción sexual suele ser más severa al principio del tratamiento y disminuir con el avance del mismo.
  3. Disminuir la dosis del antidepresivo, ya que la disfunción sexual en algunos casos puede ser dosis-dependiente; ojo al reducir la dosis antidepresiva, ya que puede tener consecuencias en evolución de la sintomatología depresiva.
  4. Cambiar a otro antidepresivo con una menor incidencia de disfunción sexual.
  5. Añadir al tratamiento alguno de los antidepresivos con menor incidencia de disfunción sexual para tratar de mitigar el problema.
  6. En el caso de la disfunción eréctil, pueden emplearse fármacos como el sildenafilo o tadalafilo.


Bibliografía y referencias: