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Vitamina D, sistema inmune y COVID-19


Dr. Pedro Jesús Rozas Moreno | Endocrinología y Nutrición

Hospital General Universitario de Ciudad Real, Ciudad Real


Varias son las evidencias que sustentan una relación estrecha entre el sistema endocrino de la vitamina D, el sistema inmune y las enfermedades infecciosas.

En primer lugar, datos experimentales han puesto de manifiesto que tanto el receptor de la vitamina D como las principales enzimas activadoras de este sistema hormonal (CYP2R1 y CYP27B1) se expresan en la mayoría de células inmunitarias. Por el contrario, la enzima responsable de su inactivación (24 hidroxilasa-CYP24A1) no ha sido identificada. A su vez, la hormona activa, el calcitriol, favorece la respuesta innata (ejemplo: fagocitosis por los macrófagos) y disminuye la adaptativa (predominio de Th2 y Treg frente Th1 y Th17) lo que modera la respuesta inflamatoria.

En consonancia con estos datos preclínicos, diferentes resultados de estudios descriptivos observacionales han mostrado una clara asociación entre el déficit de vitamina D y un incremento del riesgo de padecer infecciones como por ejemplo la tuberculosis y la gripe. A su vez, resultados de estudios recientes, sugieren una mayor incidencia y gravedad de la infección por SARS-CoV-2 en pacientes con niveles deficitarios de vitamina D. Por otro lado, la hipovitaminosis D, en los primeros años de vida, se asocia a un mayor riesgo de aparición, a posteriori, de enfermedades autoinmunes (diabetes mellitus tipo 1, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, enfermedad inflamatoria intestinal). Por tanto, los resultados de estudios preclínicos y observacionales muestran claramente un papel importante del sistema hormonal de la vitamina D sobre la inmunidad y sus enfermedades relacionadas (infecciosas y autoinmunes).

Sin embargo, la pregunta con mayor interés desde el punto de vista clínico es si la suplementación con vitamina D puede tener un efecto positivo sobre las enfermedades relacionadas con trastornos del sistema inmunitario. A este respecto, la calidad de la evidencia es limitada y los resultados obtenidos no son del todo uniformes. En lo que respecta a las infecciones del tracto respiratorio las evidencias disponibles sí parecen mostrar un efecto beneficioso de la suplementación con vitamina D.

En este sentido, un metaanálisis de 25 ensayos clínicos publicado en el año 20171 puso de manifiesto que la suplementación con vitamina D era capaz de reducir un 12% el riesgo de infecciones agudas del tracto respiratorio. Se han postulado diferentes mecanismos que justificarían este beneficio como son la capacidad de la vitamina D para inhibir la replicación viral, el aumento de moléculas defensivas y la disminución de la respuesta inflamatoria que en su conjunto protegerían del daño pulmonar asociado a la infección.

Hasta que no dispongamos de los ensayos clínicos en marcha que evaluarán el efecto de la vitamina D sobre la evolución de la COVID-19, no podemos establecer pautas específicas de suplementación, si bien, las concentraciones séricas adecuadas de calcidiol (25(OH)D) que maximizan la protección frente a infecciones del tracto respiratorio son 40-60 ng/ml por lo que es posible que se precisen dosis de vitamina D mayores a lo habitual para conseguir estos objetivos.


Bibliografía y referencias: