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Efecto de la vitamina D3 en la fatiga percibida



El déficit de vitamina D es frecuente y se ha asociado con la fatiga en numerosos estudios.

Nowak A y colaboradores han publicado los resultados de un ensayo clínico aleatorizado (ECA) doble ciego que investiga la eficacia de la vitamina D3 oral (colecalciferol) en el tratamiento de la fatiga en personas, por lo demás sanas, con bajos niveles de 25-hidroxivitamina D (25(OH)D).

Se incluyeron 120 individuos (edad media 29 + 6 años, 53% mujeres) que presentaban fatiga y deficiencia de vitamina D (25(OH)D sérica < 20 µg/L). Los participantes se aleatorizaron a una dosis oral única de 100.000 U de vitamina D o placebo. La variable primaria de estudio fue el cambio en la escala de valoración de la fatiga (FAS) a las 4 semanas tras el tratamiento.

  1. La media de edad de los participantes fue de 29 + 6 años, el 53% eran mujeres.

    Figura 1

  2. La media de la FAS disminuyó significativamente más en el grupo de vitamina D (-3,3+5,3, IC95% del cambio -14,1 a 4,1) comparado con placebo (-0,8 ± 5,3; IC95% del cambio -9,0 a 8,7); (P = 0,01).
  3. La mejoría de la fatiga se comunicó más en el grupo de vitamina D que en el grupo de placebo (42 [72%] vs. 31 [50%]; P = 0,01; odds ratio [OR] 2,63, IC95% de OR 1,23-5,62).

    Figura 2

  4. En todos los participantes, la mejora en la puntuación de fatiga se correlacionó con el aumento del nivel de 25(OH)D (R=0,22, P=0,02).

Este es el primer ECA doble ciego que puso a prueba un tratamiento con vitamina D entre los individuos con deficiencia de vitamina D sanos, con fatiga. Los resultados mostraron que 100.000 U de vitamina D en dosis única, generaba una mejora significativa en la fatiga en el grupo de vitamina D en personas sanas con déficit de vitamina D, en comparación con el tratamiento con placebo. En este estudio, se incluyeron personas con fatiga que no sufrían otras enfermedades físicas o mentales, pero con niveles de 25-hidroxivitamina D por debajo de 20 μg/L (deficiencia moderada ).

Figura 3

Por otra parte, el estudio demostró que la mejora de la fatiga fue modesta, pero significativamente correlacionada con el cambio en los niveles de 25 (OH) D entre todos los participantes. Además el tratamiento con vitamina D fue bien tolerado.