Empleo de probióticos por los pediatras
La pediatría es una de las disciplinas donde los metaanálisis y revisiones sistemáticas de ensayos clínicos contrastados han demostrado la eficacia de los probióticos en diversas patologías, sobre todo digestivas, pero también con éxito en diversas patologías de la mujer (vulvovaginitis y mastitis), y se ha valorado su efecto en las alergias como la dermatitis atópica y en la prevención de infecciones (desde el recién nacido prematuro hasta el anciano), existiendo además varias líneas de investigación abiertas en la suplementación con probióticos en la infancia.
A pesar de todo ello, su empleo no está del todo incorporado a la práctica clínica habitual de los pediatras, en parte debido al desconocimiento y también a los escasos estudios aleatorizados y a los resultados poco concluyentes de muchos de ellos. Todo esto parece que está cambiando en los últimos años, en los que se ha multiplicado el número de ensayos clínicos publicados sobre probióticos, de modo en la actualidad existen ya diversas cepas probióticas que presentan un buen nivel de evidencia científica para su uso en la práctica clínica.
A la hora de valorar qué probiótico utilizar en diferentes situaciones en Pediatría nos deberemos preguntar sobre su seguridad e inocuidad, sobre su eficacia, qué efectos terapéuticos tiene, su dosificación, etc.