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Entrenamiento en el uso de autoinyectores de adrenalina


Dr. Luis Sánchez Santos | Pediatría

Centro de Salud de Conxo, Santiago de Compostela


Las guías de manejo de los pacientes que presentan alergias mediadas por IgE (inmunoglobulina E) recomiendan que deben disponer de un plan de acción que establezca los pasos a seguir para evitar el contacto con el alérgeno, y de producirse el mismo, detalle la actuación que el paciente o sus cuidadores deben seguir paso a paso para tratar inmediatamente la reacción anafiláctica.

Dentro de los pasos a seguir una vez producido el contacto, todas las guías recomiendan que lo que se debe hacer en primer lugar es aplicar adrenalina intramuscular mediante el correspondiente autoinyector. Afirman, además, que el paciente debe disponer de un autoinyector, que debe acompañarlo siempre, y en el caso de los niños, hacen énfasis en que esta disponibilidad debe extenderse al centro escolar del paciente. En la práctica los pediatras prescribimos dos autoinyectores, uno para la familia y otro para el centro escolar.

En la actualidad en nuestro entorno disponemos de dos tipos de autoinyectores, aquellos que se basan en cartucho presurizado y aquellos que se basan en jeringa precargada. Por otro lado, es un sentir generalizado y hay diferentes trabajos científicos que han puesto de manifiesto que los cuidadores utilizan a menudo inadecuadamente estos dispositivos, hasta el punto que las guías internacionales recomiendan el entrenamiento específico con el dispositivo prescrito tanto de los familiares como de los pacientes (si su edad es superior a los 14 años) y en el caso de los niños, de los profesores responsables.

Estas dudas respecto a la capacidad de los cuidadores a administrar adecuadamente la adrenalina en caso de un contacto accidental con el alérgeno, ha motivado la realización de diferentes trabajos, uno de ellos1 resulta especialmente de interés al comparar la capacidad de los cuidadores para administrar la adrenalina en función de si el dispositivo está basado en adrenalina precargada o con cartucho presurizado. Según este trabajo, el grupo aleatorizado para aplicar adrenalina mediante el dispositivo basado en la jeringa precargada cometió menos errores el grupo que utilizó el dispositivo con utiliza cartucho presurizado (14,0% vs. 2,3%, p < 0,001).

Aplicabilidad en nuestro trabajo

Al margen de las teóricas ventajas de un tipo de dispositivo frente al otro, el pediatra debe explicar claramente a los cuidadores del paciente el plan de acción para evitar y en su caso tratar precozmente la anafilaxia, entrenándolos no solo en el manejo del dispositivo prescrito, sino también en la activación efectiva del sistema de emergencias.

Los cuidadores de los pacientes deberían disponer junto con el dispositivo de administración de adrenalina, de un simulador que les permitiese periódicamente entrenar la técnica de administración.


Bibliografía y referencias: