Publicidad aap online digestivo locomotor

¿Hacia una redefinición del límite superior de dosis administrada de vitamina D?


Dr. Esteban Jódar Gimeno | Endocrinología y Nutrición

Hospital Universitario Quirónsalud, Madrid


Durante las reuniones del Programa AAP de Live-Med solemos insistir en la elevada prevalencia de la insuficiencia en el sistema hormonal D y de cómo debe valorarse con la medida de 25OH vitamina D en suero. El reemplazamiento puede realizarse con dosis diarias, semanales o mensuales (como recomendadas) de colecalciferol (vitamina D3) o de calcifediol que suelen estar entorno a 800–1.000 UI/día de vitamina D3 o 10 μg/día de calcifediol1.

El artículo "Vitamin D supplementation: upper limit for safety revisited?" aborda si debe reevaluarse el límite superior de dosis hasta ahora aceptado (4.000 UI/día de vitamina D o 40 μg/día de calcifediol)2.

El autor valora algunos efectos adversos aparecidos con dosis mayores que pueden además verse influenciados por el régimen de tratamiento (ya comentamos en los cursos que la administración de megadosis anuales o semianuales se asocia a riesgos como por otra parte ocurre con el reemplazo de la mayoría de las hormonas) y, posiblemente, por la edad, sexo y estatus del sistema hormonal D.

Esas complicaciones podrían abarcar la aparición de hipercalcemia, hipercalciuria y depósito mineral en tejidos blandos. De su revisión, no obstante, se deduce que esos riesgos aparecen cuando se tratan personas no deficientes con dosis elevadas (a partir de 1.200-2.000 UI/día), especialmente cuando son pautas discontinuas o intermitentes y que no hay pruebas de un mayor riesgo de litiasis renal (salvo asociadas a altas dosis de suplementos de calcio) y sí de un menor riesgo de muerte en personas con mejores concentraciones de 25OH vitamina D en sangre o en algunos estudios en los que se emplearon suplementos de vitamina D.

Finalmente, Rizzoli recuerda que el equivalente a 800–1.000 UI/día de vitamina D3 o 10 μg/día de calcifediol son seguras y que sólo en casos en los que sea preciso, deberían emplearse dosis mayores, pronunciándose en contra de dosis intermitentes y megadosis2. Una revisión provocativa pero que está muy en línea con lo que venimos comentando del sistema hormonal D y del uso de sus suplementos; no se trata de un tratamiento mágico para evitar enfermedades sino de un sistema hormonal que suele ser deficiente en una gran parte de la población -lo que se asocia a problemas de salud- y debe reemplazarse, como cualquier otra hormona, con las dosis diarias, semanales o mensuales adecuadas para normalizar los valores séricos de 25OH vitamina D (superiores a 20-30 ng/ml).


Bibliografía y referencias: