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¿Puede el ejercicio físico de resistencia prevenir la progresión a diabetes en pacientes con prediabetes?


Dra. Sònia Miravet Jiménez | Medicina Familiar y Comunitaria

Servicio de Atención Primaria de Alt Penedès, Barcelona


En la primera sesión del área de diabetes del Programa AAP 2019 de Live-Med hemos querido resaltar la importancia de los cambios del estilo de vida, alimentación y ejercicio físico, como primeras medidas terapéuticas a tener en cuenta en el tratamiento de la diabetes tipo 2 (DM2).

Durante años se ha recomendado el ejercicio físico aeróbico en estos pacientes con el objetivo de reducir el impacto de los factores de riesgo cardiovascular sobre las complicaciones de la DM2. En este sentido queremos comentar un artículo1 reciente que aborda la prescripción de ejercicio físico de resistencia (y no sólo el aeróbico) para prevenir o retrasar la progresión a diabetes de los pacientes con estados prediabéticos.

Existen diferentes estudios que demuestran que el ejercicio físico puede retrasar o prevenir la diabetes DM2. El estudio The US Diabetes Prevention Program (DPP)2 demostró que 150 minutos/semana de actividad física reducía la incidencia de DM2 en un 58% en personas con prediabetes. El estudio The China Da Qing diabetes prevention study3 también confirmó que las tasas de incidencia de DM2 eran del 41,1% en el grupo de ejercicio comparado con el 43,8% en el grupo a dieta y el 46% en el grupo dieta y ejercicio físico.

El objetivo del estudio que analizaremos era explorar los efectos a largo plazo del entrenamiento aeróbico (EA), entrenamiento de resistencia (ER) y la combinación de ambos (EA+ER) en la prevención de la incidencia de DM2 en pacientes con prediabetes.

Para el diagnóstico de prediabetes se utilizaban los criterios de la ADA4 en cuanto a valores de HbA1c y el test de tolerancia oral 2h tras sobrecarga de 75g de glucosa (2h G). El programa de ejercicios era supervisado y constaba de 60 min al día, 3 días no consecutivos a la semana durante un periodo de 2 años. También recibían una hora de clase con una nutricionista. Este estudio se realizó en dos centros sanitarios de China, entre los meses de enero y abril del 2014.

El objetivo primario fue valorar la incidencia de DM2 y el secundario valorar los niveles de glucemia plasmática y tras 2h G y perfil lipídico.

Se analizaron un total de 137 pacientes con prediabetes (67,15% mujeres) y una edad media de 59 años.

Después de dos años de intervención, la incidencia de DM2 ajustada por sexo y edad, disminuyó de forma significativa un 74% (IC 95% 38-89), 65% (IC 95% 21-85) y del 72% (IC 95% 36-87) en el grupo EA+ER, ER y EA grupos comparados con el grupo control (HR: EA+ER 0,26 [IC 95% 0,11-0,62], ER 0,35 [IC 95% 0,15-0,79] y EA 0,28 [IC 95% 0,13-0,64]). La incidencia acumulada de DM2 fue significativamente menor en el grupo combinado EA+ER, ER y el EA que en el grupo control (21%, 26% y 22% frente 69%, datos mostrados en la figura 1).

Grafica con tasa de incidencia calculada de diabetes tipo 2 a los 6 meses de la intervención
Figura 1: Adaptada de Dai X et al. Tasa de incidencia calculada de DM2 a los 6 meses de la intervención. AT: entrenamiento aeróbico, RT: entrenamiento de resistencia, C: control.

Los pacientes de los grupos de entrenamiento experimentaron cambios significativos en LDL-c, HDL-c (p<0,001) y TG (p=0,003) y obtuvieron unas pérdidas de peso de entorno al 3% (grupo ER: 2,11 Kg) y del 7% (grupo EA+ER: 4,13 Kg).

Los autores concluyen que tanto el ejercicio de resistencia y éste acompañado de ejercicios aeróbicos eran igual de efectivos que el puro ejercicio aeróbico en prevenir la progresión de la DM2.


Bibliografía y referencias: