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Leyendo un estudio realizado por las enfermeras Almudena Giner-Bellvis y María Dolores Burguete-Ramos en 2017 y que pretende determinar el riesgo de caídas en ancianos de Vallada, provincia de Valencia, he pensado que sería interesante profundizar en el tema enfocado desde la Farmacia Comunitaria, pues creo que nuestra aportación puede resultar interesante. En este estudio se utiliza el Test de Barthel para determinar la autonomía del paciente para las actividades de la vida diaria, también el Test de Pfeiffer usado en cribado del deterioro cognitivo además de una escala Downton para determinar el riesgo de caídas. Y concluyen que “El riesgo de caídas aumenta drásticamente cuando lo hacen el número de sus factores de riesgo”.

En la Farmacia Comunitaria estamos en posición privilegiada para detectar cuando están aumentando los factores de riesgo, entre ellos el número de medicamentos que se toman y si estos son de más riesgo, como tranquilizantes o sedantes, diuréticos, hipotensores no diuréticos, antiparkinsonianos, antidepresivos.

Sería interesante aumentar la colaboración con enfermería y atención primaria en el seguimiento de estos pacientes cuando su grado de autonomía aun les permite venir con frecuencia a la farmacia y evitar el riesgo de caídas. Además de tener claros algunos consejos útiles en la prevención de las caídas que se pueden con gran facilidad difundir desde la Farmacia Comunitaria, como las que propone Sanitas:

  • Calzado: es importante evitar todo el calzado que no esté sujeto al pie, pues es propenso a ocasionar caídas.
  • Ejercicio físico: siempre que se pueda, aunque solo sean paseos o ejercicios de psicomotricidad.
  • Entorno: no está de más revisar el entorno del anciano y detectar los riesgos más evidentes.
  • Dieta e hidratación: la hidratación y una dieta equilibrada para obtener unos huesos y articulaciones fuertes también son elementos clave para la prevención de caídas.
  • Medicación: una revisión periódica de los fármacos e intentar aquellos que aumentan el riesgo de caídas o al menos ser conscientes de que el riesgo existe.

Con los cinco sentidos: Tener los cinco sentidos en condiciones son clave para la máxima prevención de caídas, cuando existe riesgo hay que insistir en revisiones de vista y oído.
Tan solo quería señalar un aspecto importante en la vida de nuestros pacientes polimedicados y es que en ocasiones el nivel de dependencia, el deterioro cognitivo y la polimedicación se suman y hacen de las caídas una penosa realidad que vemos con frecuencia y podemos ayudar como Farmacéuticos, estando atentos y colaborando con otros profesionales como enfermería. Os animo a implementar campañas y protocolos específicos y avanzar en la comunicación con atención primaria pues es mucho lo que se puede hacer.