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¿Por qué tengo dermatitis atópica? Una respuesta para los pacientes



La dermatitis atópica es una dermatosis inflamatoria crónica que afecta a individuos que presentan una hiperreactividad cutánea frente a diversos factores ambientales que son inocuos para los individuos no atópicos.

La etiología de la dermatitis atópica es multifactorial y se produce principalmente por factores genéticos e inmunológicos que condicionan defectos en estructura y función de la barrera cutánea y una alteración en la respuesta inmune frente a antígenos.

El factor de riesgo genético más importante es la mutación en el gen de la filagrina (proteína estructural epidérmica clave para la función barrera). Sin embargo, la mayoría de los pacientes con dermatitis atópica no presenta mutación de la filagrina y hasta un 60% de portadores no la va a desarrollar. Por ello, aunque las mutaciones en la filagrina son un factor de riesgo importante, no son necesarias ni suficientes para desarrollar dermatitis atópica.

Diversos estudios han demostrado que las reacciones inflamatorias presentes en los atópicos están determinadas por una alteración en las subpoblaciones de linfocitos T, con un predominio de linfocitos T cooperadores de clase Th2. En general, cuando se entra en contacto con diversos alérgenos (polen, ácaro doméstico, caspa del gato… ), los adultos y niños sin atopia desencadenan una respuesta inmune de baja intensidad con una respuesta predominantemente Th1. Los individuos con atopia, por el contrario, cuando entran en contacto con los alérgenos producen una respuesta con formación de anticuerpos de clase IgE, y con predominio de células T cooperadoras del tipo Th2 con producción de interleucina 4, 5 y 13.

Además, los factores medioambientales como los agentes infecciosos (Staphylococcus aureus), aeroalérgenos, irritantes y alérgenos de contacto también tienen un papel importante en la etiopatogenia de la dermatitis atópica. Actúan como antígenos que atraviesan con más facilidad la barrera cutánea alterada y favorecen la activación de la respuesta inmune exagerada, mediada por los linfocitos Th2. Otros factores como el estrés, el clima y la influencia hormonal también pueden actuar como desencadenantes de esa respuesta inmune alterada.
 


Bibliografía y referencias: