Publicidad banner vacunaccion sevilla es

¿Qué escala de riesgo utilizar para el cálculo del riesgo trombótico?



Desde hace años todas las guías insisten que debe realizarse estratificación de riesgo trombótico. La guía para el manejo de la fibrilación auricular (FA) de la European Society of Cardiology del año 20101, reflejaba que la clasificación CHADS2, (insuficiencia cardiaca, hipertensión, edad, diabetes mellitus, accidente cerebrovascular (ACV) [doble]) puede usarse como una forma inicial, rápida y fácil de memorizar, para valoración del riesgo de ACV. Hay una relación entre la clasificación CHADS2 y la tasa de ACV.

La validación original de este esquema ha clasificado la puntuación CHADS2 de 0 como riesgo bajo, 1-2 como riesgo moderado y mayor que 2 como riesgo elevado.

Inconvenientes de la escala CHADS2:

  • No incluye muchos factores de riesgo comunes del ACV.
  • La enfermedad vascular (no incluida en la escala CHADS2), es un factor independiente de riesgo de ACV en la fibrilación auricular y mejora significativamente la capacidad predictiva.
  • El riesgo de ACV aumenta a partir de los 65 años, y es aún mayor a los 75 años o más.

Muchos pacientes, clasificados de “bajo riesgo” con la escala CHADS2  (puntuación = 0), tienen tasas de ACV mayor que 1,5%/año, y no identifica de manera fiable a los pacientes de riesgo verdaderamente bajo2.

La actualización realizada de las guías de manejo de la fibrilación auricular de la European Society of Cardiology2 en el año 2012, recomendó identificar a los pacientes de riesgo verdaderamente bajo, con edad menor que 65 y fibrilación auricular sola, que no necesitan ningún tratamiento antitrombótico, en lugar de identificar a los pacientes de alto riesgo.

La escala CHA2DS2-VASc (C = insuficiencia cardiaca, H = hipertensión, A = edad, ≥ 75 doble, D = diabetes, S = ictus doble, V = afectación vascular, A = edad de 65-74, Sexo categoría mujer), se ha validado en múltiples cohortes, y la evidencia acumulada demuestra que CHA2DS2-VASc, es mejor a la hora de identificar, a pacientes de riesgo verdaderamente bajo con FA y posiblemente mejor, para identificar a pacientes susceptibles de padecer ictus y tromboembolias, aportando diferentes ventajas:

  1. Permite ser aplicada durante la mayor parte del tiempo y en la mayoría de las situaciones de la práctica clínica.
  2. Incluye los factores de riesgo de ACV más comunes en la práctica clínica diaria.
  3. Cualquier tipo de insuficiencia cardiaca, per se, no se define sistemáticamente como factor de riesgo, la “C” del CHA2DS2-VASc hace referencia, a la disfunción sistólica de moderada a grave documentada, (es decir, IC con fracción de eyección baja (IC-FEB)), o pacientes con IC descompensada reciente que requieren hospitalización, independientemente de la fracción de eyección (es decir, tanto IC-FEB como IC con fracción de eyección conservada (ICFEC)).
  4. El sexo femenino aumenta independientemente el riesgo de ACV en general, a menos que el criterio de edad menor de 65 y FA sola se cumpla con claridad, en cuyo caso el sexo femenino no aumenta independientemente el riesgo del ACV, pues las mujeres, siendo únicamente el sexo el factor de riesgo (puntuación CHA2DS2-VASc de apenas 1) no necesitará anticoagulación si la edad es menor de 65 y no tienen otro factor de riesgo2.

En los últimos años se ha implementado y aumentado la utilización de las escalas (CHADS2 o CHA2DS2-VASc). Las nuevas actualizaciones preconizan claramente la utilización de la escala CHA2DS2-VASc3.


Bibliografía y referencias: