Vitamina D y enfermedad cardiovascular
Dr. Pedro Jesús Rozas Moreno | Endocrinología y Nutrición
Hospital General Universitario de Ciudad Real, Ciudad Real
El sistema endocrino de la vitamina D, in vitro e in vivo, controla procesos del organismo que afectan a la salud cardíaca y del aparato circulatorio (Tabla 1).
Inhibición directa de la expresión génetica de la renina | Disminuye la tensión arterial |
Disminuye la rigidez arterial | |
Inhibición de la proliferación de los miocardiocitos | Evita la hipertrofia del miocardio |
Previene la fibrosis | |
Aumento de la producción del óxido nítrico en el endotelio | Relaja el músculo liso vascular |
Produce vasodilatación | |
Inhibición de la proliferación de las células vasculares musculares lisas | Preserva la luz vascular |
Inhibición de la calcificación vascular | Disminuye la rigidez vascular |
Supresión de la expresión de citocinas proinflamatorias | Se enlentece la aterosclerosis |
Mediación en la hemostasis y coagulación | Evita la formación de trombos |
Promueve la fibrinólisis |
A su vez, los estudios epidemiológicos relacionan la deficiencia de vitamina D con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y los principales factores de riesgo cardiovacular. Así, niveles bajos de vitamina D, se han asociado a un mayor riesgo de padecer hipertensión arterial, dislipemia, calcificación vascular, enfermedad coronaria, insuficiencia cardiaca, accidente cerebrovascular y mortalidad de origen cardiovascular. Los datos que muestran esta asociación se obtuvieron de los participantes de estudios observacionales como la “Encuesta Nacional del Examen de Salud y Nutrición 2001-2004” (NHANES III) o el “Estudio de los descendientes de Framingham”.
Sin embargo, nuevamente, los estudios de intervención, de manera global, no han demostrado un claro beneficio de la suplementación con vitamina D sobre la enfermedad cardiovascular (Tabla 2).
Nombre del ECA | Características | Intervención | Resultados |
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VIDA (Estudio de evaluación de la vitamina D) (Scragg et al., 2017) |
5.110 neozelandeses entre 50 y 84 años |
Durante 3 años:
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La suplementación con altas dosis de vitamina D no previene enfermedad cardiovascular, ni siquiera en el subgrupo con 25OHD basal > 20 ng/ml |
VITAL (Estudio de la vitamina D y Omega-3) (Manson et al., 2020) |
25.871 hombre ≥ 50 años y mujeres ≥ 55 años Objetivos: prevención primaria de enfermedad cardiovascular y de cáncer total |
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La suplementación con altas dosis de vitamina D no disminuye la incidencia de isquemia miocárdia, ictus, mortalidad de causa cardiovascular o revascularización coronaria (en sujetos previamente sano); tampoco en el subgrupo con 25OHD < 20 ng/ml |
VINDICATE (Tratamiento de vitamina D para pacientes con IC crónica) (Witte et al., 2016) |
229 hombres y mujeres con 25ODH < 20 ng/ml. Objetivo primario: cambio en el "test de la marcha de 6 minutos". Objetivo secundario: cambio en la FEVI. |
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Tras 1 año de suplementación con altas dosis de vitamina D, no mejora el test de la marcha Sí hay beneficio en la función y estructura del ventrículo izquierdo |
En este sentido, los estudios VIDA y VITAL, dos ensayos clínicos aleatorios (ECA) de gran tamaño con objetivo primario cardiovascular, coinciden con importantes ensayos de intervención previos centrados en la salud esquelética -por ejemplo la “Iniciativa de salud de la Mujer” (WHI), el “Estudio RECORD” o un estudio británico de Trivedi et al. Por otro lado, los metaanálisis de ECAs -que incluyen VIDA y VITAL- señalan que ciertos subgrupos poblacionales sí podrían obtener un beneficio cardiovascular al suplementarse con vitamina D, pero aún queda por confirmar estos resultados de análisis de subgrupos.