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Análisis del World Obesity Atlas 2023: impacto económico de la obesidad



La Federación Mundial de Obesidad (World Obesity) es la única organización global centrada exclusivamente en la obesidad. Incluye a todos los actores a los que la obesidad afecta, como pacientes, profesionales y gestores sanitarios. Lo que pretende es atender todos los factores que engloba esta enfermedad tan compleja.

En 2023 la Federación publicó el quinto Atlas Mundial de la Obesidad. Cada Atlas ha informado sobre estimaciones de niveles y tendencias nacionales de prevalencia de la obesidad y centrándose en un tema concreto. Este año la guía se centra en el impacto económico del sobrepeso y la obesidad y en la proyección de cómo cambiará el impacto económico para 2035.

Analizando el atlas vemos que inicialmente da sus estimaciones de los niveles globales de sobrepeso y obesidad (IMC ≥ 25 kg/m²) en todo el mundo. En este Atlas, se sugiere que más de 4.000 millones de personas podrían verse afectadas en 2035, en comparación con las más de 2.600 millones en 2020, lo cual refleja un aumento desde el 38% de la población mundial en 2020 a más del 50% en 2035 (las cifras excluyen a los niños menores de 5 años). Se prevé que la prevalencia de la obesidad (IMC ≥ 30 kg/m²) por sí sola aumentará del 14% al 24% de la población durante el próximo año en el mismo período, afectando a casi 2.000 millones de adultos, niños y adolescentes para 2035.

Posteriormente se centra en las cifras proyectadas para el impacto económico del sobrepeso y la obesidad (IMC ≥ 25 kg/m²) de 2020 a 2035 y muestra un impacto de 1,96 billones de dólares en 2020, que aumentará a más de 4 billones de dólares en 2035. En este caso, el impacto económico incluye tanto los costes sanitarios del tratamiento de obesidad y sus consecuencias y el impacto del IMC alto en la productividad económica, contribuyendo el IMC alto al absentismo, presentismo (productividad reducida en el trabajo) y jubilación prematura o muerte. Se estima que el impacto reducirá el PIB mundial en un 2,4% y aumentará al 2,9% en 2035. Estos son impactos económicos anuales que se homologan con el impacto estimado de COVID-19, que provocó que la economía mundial se contrajera un 3% del PIB durante 2020, el peor año de la pandemia.

Más adelante el atlas define por regiones las previsiones de prevalencia de la obesidad entre niños y adolescentes. Analizando nuestro entorno, en Europa aumentará durante el período 2020 a 2035, y se espera que el 14% de las niñas y el 21% de los niños se vean afectados por la obesidad para 2035. Para los adultos, se prevé que la obesidad afectará al 35% de todas las mujeres y al 39% de todos los hombres para 2035. El impacto económico del IMC alto se prevé que supere los 800.000 millones de dólares anuales para 2035 (en dólares constantes de 2019), equivalente al 2,6% del PIB de la región en ese momento.

El Atlas también aporta datos sobre la repercusión que tiene vivir en zonas de más o menos desarrollo económico de manera que podemos comparar cómo evoluciona la prevalencia de la obesidad a lo largo del tiempo para los diferentes grupos de ingresos como proporción del total. De los niños y adolescentes del mundo que viven con obesidad, se estima que en 2020 el 20% residían en países de altos ingresos, y se prevé que esta proporción caiga a menos del 13% para 2035. Con diferencia, la mayor proporción de niños/as que viven con obesidad residen en países de ingresos medios. De los hombres del mundo que viven con obesidad, el 39% residían en países de altos ingresos en 2020, pero se prevé que esto caiga al 31% para 2035. De las mujeres que viven con obesidad, se anticipa que el porcentaje que reside en países de altos ingresos caiga del 29% al 23%. Por el contrario, la proporción de personas con obesidad que residen en países de ingresos medios se espera que en todos los países aumente hasta el 66% de los hombres y el 70% de las mujeres.

Es importante el análisis que se hace en relación con que, en algunos pero ciertamente no en todos los países de ingresos más altos, el ritmo al que aumentan los niveles de prevalencia de la obesidad parece estar desacelerándose. En los países de bajos ingresos hay muchas razones para esperar un aumento de la prevalencia de la obesidad, incluyendo:

  • Tendencias en las preferencias dietéticas hacia alimentos más procesados
  • Tendencias hacia mayores niveles de comportamiento sedentario
  • Políticas más débiles para controlar el suministro y la comercialización de alimentos
  • Menos recursos en servicios de salud para ayudar en el control del peso y en la educación sanitaria de la población, lo cual puede seguir estimulando un aumento de la prevalencia de la obesidad

Para finalizar la guía propone tomar medidas integrales con planes nacionales y salud universal que requieren urgentemente medidas adoptadas para abordar la obesidad y reducir su prevalencia. Actualmente la acción sobre la obesidad está aislada y fragmentada, y sigue sin ser priorizada dentro de las estrategias globales de salud, considerándose un factor de riesgo en lugar de una enfermedad en sí misma.

A menudo se observan falsas compensaciones entre prevención y tratamiento, cuando la realidad es que las estrategias de prevención a nivel poblacional deben complementarse con acciones dentro de los sistemas de salud.

El Atlas hace referencia a que el año 2022 marcó un momento crucial para la política de obesidad a nivel mundial, con la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) que incluye una definición mejorada de obesidad, un nuevo conjunto de normas de la OMS con recomendaciones sobre la prevención y el manejo de la obesidad a lo largo de la vida y un plan de aceleración adjunto para apoyar la implementación de las recomendaciones en los principales países pioneros. Las nuevas recomendaciones sirven como base para planes de acción globales y nacionales y estrategias que puedan apoyar y acelerar una acción significativa, integrada y global contra la obesidad.

Las nuevas recomendaciones reiteran una serie de de las ya existentes, particularmente relacionadas con entornos alimentarios y actividad física. Además, por primera vez también hay recomendaciones concretas para los sistemas de salud, incluidos criterios claros para brindar una atención continua a través de la promoción de la salud, prevención, diagnóstico, tratamiento y manejo de la obesidad que se ofrezca de manera equitativa y progresiva implementado como parte de la Cobertura Universal de Salud e incluido dentro de la Atención Primaria de Salud (APS).

Finalmente, el Atlas desglosa los datos por países. En particular para España ofrece las siguientes proyecciones de la Figura 1.

Infografía con los datos de obesidad en España en 2023
Figura 1: Datos de obesidad en España del Atlas Mundial de la Obesidad 20231.

Con este resumen del Atlas y viendo los alarmantes datos en España, he querido poner en el foco que la obesidad es una enfermedad que va en aumento y que debemos entre todos (profesionales, pacientes, sistemas sanitarios, sociedad y resto de actores implicados) empezar a tomar medidas firmes que vayan encaminadas a tomar conciencia de que es una enfermedad crónica y como tal, a proponer estrategias de prevención y tratamiento antes de que la ola de la obesidad nos pase por encima con sus repercusiones a nivel sanitario y económico.


Bibliografía y referencias: