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¿Cada cuánto repetir la espirometría en la EPOC?



La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) actualmente constituye la tercera causa de mortalidad a nivel mundial. Sin embargo, la principal asignatura pendiente en la EPOC es el importante infradiagnóstico existente. Según el estudio EPISCAN II, el infradiagnóstico afecta al 74,7 % de la población1.

Por este motivo, es necesario potenciar el diagnóstico de la EPOC en estadios precoces. La espirometría es la prueba de referencia para el cribado y el diagnóstico de la EPOC, siendo necesario para el diagnóstico la presencia de un valor FEV1/FVC postbroncodilatador inferior a 0,702. Sin embargo, aunque sea una prueba no invasiva, económica, objetiva y reproducible, tiene sus limitaciones, como es su escaso empleo en Atención Primaria (AP) y la mala interpretación de sus parámetros, lo que supone un motivo de preocupación3. De hecho, un estudio realizado en un centro de Atención Primaria de Alemania determinó que tan solo el 27,2 % de los pacientes con EPOC y el 54,7 % de los pacientes con asma + EPOC recibieron pruebas de espirometría durante el período de estudio4. Por ello, uno de los objetivos para lograr un correcto manejo de la EPOC en AP es mejorar la capacitación en la realización de espirometrías y en su interpretación, así como su integración en los sistemas de información accesibles a todos los niveles asistenciales5.

La subutilización de la espirometría podría mejorar con el acceso y el desarrollo de dispositivos portátiles y fáciles de usar, como el Vitalograph COPD-6. Este dispositivo ha demostrado una sensibilidad del 84 %, una especificidad del 98 %, un valor predictivo positivo del 89 % y un valor predictivo del 97 %, siendo un dispositivo válido y confiable para detectar EPOC en Atención Primaria6. Otros dispositivos, como el Piko-6 pueden ser útiles en el cribado de EPOC dado su bajo coste y facilidad de uso7. Sin embargo, a día de hoy, y hasta la posible implementación de estos dispositivos en la práctica clínica, la espirometría constituye la piedra angular para el diagnóstico y el seguimiento del paciente con EPOC.

Respecto a la periodicidad con la que realizar las espirometrías de seguimiento en la EPOC, la mayoría de guías de práctica clínica basadas en opiniones de expertos recomiendan que en pacientes estables diagnosticados de EPOC la espirometría se realice anualmente y en pacientes con EPOC severa, cada 6 meses2,8. En el caso de que se produzcan cambios importantes en la situación clínica, también conviene repetir una espirometría para valorar la función pulmonar ya que las exacerbaciones se asocian con una pérdida acelerada de la función pulmonar en sujetos con EPOC establecida, especialmente en aquellos con enfermedad leve9. La disminución de la saturación de oxígeno, las exacerbaciones y la presencia de crepitantes u otro hallazgo en la auscultación se pueden relacionar con una caída en la función pulmonar10. La monitorización de la espirometría después de una exacerbación de EPOC puede ayudar a identificar a los pacientes en riesgo de una nueva exacerbación11. En cambio, la realización de una espirometría de manera más periódica (cada 3 meses) no se ha relacionado con mejores resultados. En un trabajo realizado en 31 centros de Atención Primaria de Australia comparó la espirometría cada 3 meses, con realizarla al inicio y al final del estudio, sin apreciarse diferencias al año de seguimiento en la escala de calidad de vida, ni en la severidad de síntomas, ni en la utilización de servicios de urgencias12.

Por todo lo anteriormente explicado, el control de la función respiratoria mediante espirometría debe ser un aspecto clave en el seguimiento de la EPOC para medicina y enfermería de Atención Primaria. Se recomienda que se realicen anualmente como seguimiento, salvo en casos de EPOC severa, exacerbaciones o cambios importantes en la situación clínica o en la calidad de vida de los pacientes, cuya indicación será más estrecha.


Bibliografía y referencias:

  1. Soriano JB, Alfageme I, Miravitlles M, de Lucas P, Soler-Cataluña JJ, García-Río F, et al. Prevalence and Determinants of COPD in Spain: EPISCAN II. Arch Bronconeumol (Engl Ed). 2021;57(1):61-69.
  2. Agustí A, Celli BR, Criner GJ, Halpin D, Anzueto A, Barnes P, et al. Global Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease 2023 Report: GOLD Executive Summary. Eur Respir J. 2023;61(4):2300239
  3. Lopes AJ. Advances in spirometry testing for lung function analysis. Expert Rev Respir Med. 2019;13(6):559-569.
  4. Härtel A, Peters M, Kostev K. Prevalence of Spirometry Testing among Patients with Asthma and COPD in German General Practices. Healthcare (Basel). 2022;10(12):2570.
  5. Plan de atención integral a personas con EPOC en Aragón. Actualización 2023.
  6. Sami R, Omidi A, Sadegh R. Validity and Reliability of COPD-6 Device for Detecting Chronic Obstructive Pulmonary Disease in High-Risk Individuals. Tanaffos. 2020;19(3):201-207.
  7. Hidalgo-Sierra V, Hernández-Mezquita MA, Palomo-Cobos L, García-Sánchez M, Castellanos RD, Jodra-Sánchez S, et al. Usefulness of The Piko-6 Portable Device for Early COPD Detection in Primary Care. Arch Bronconeumol (Engl Ed). 2018;54(9):460-466.
  8. Neumeier A, Keith R. Clinical Guideline Highlights for the Hospitalist: The GOLD and NICE Guidelines for the Management of COPD. J Hosp Med. 2020;15(4):240-241.
  9. Dransfield MT, Kunisaki KM, Strand MJ, Anzueto A, Bhatt SP, Bowler RP, et al. Acute Exacerbations and Lung Function Loss in Smokers with and without Chronic Obstructive Pulmonary Disease. Am J Respir Crit Care Med. 2017;195(3):324-330.
  10. Melbye H, Al-Ani S, Spigt M. Drop in lung function during asthma and COPD exacerbations - can it be assessed without spirometry? Int J Chron Obstruct Pulmon Dis. 2016;11:3145-3152.
  11. Cushen B, McCormack N, Hennigan K, Sulaiman I, Costello RW, Deering B. A pilot study to monitor changes in spirometry and lung volume, following an exacerbation of Chronic Obstructive Pulmonary Disease (COPD), as part of a supported discharge program. Respir Med. 2016;119:55-62.
  12. Abramson MJ, Schattner RL, Sulaiman ND, Birch KE, Simpson PP, Del Colle EA, et al. Do spirometry and regular follow-up improve health outcomes in general practice patients with asthma or COPD? A cluster randomised controlled trial. Med J Aust. 2010;193(2):104-9.