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Combinación y potenciación de antidepresivos en el trastorno depresivo mayor


Dr. Fernando Mora Mínguez | Psiquiatría

Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid


Una de las cuestiones a tener en cuenta cuando un antidepresivo no presenta la eficacia esperada es la combinación o la potenciación con otros fármacos.

En relación con esto, un interesante articulo publicado en 2018 en Acta Psychiatrica Scandinavica habla sobre la combinación y potenciación de antidepresivos en el trastorno depresivo mayor (TDM)1.

En él, los autores plantean que hay un elevado número de pacientes que no responden adecuadamente a la monoterapia, así como que la recomendación de aumentar la dosis o cambiar a monoterapia con otro fármaco no siempre es la mejor opción. De hecho, en la práctica clínica diaria, se utilizan con mucha frecuencia estrategias de combinación -administración simultánea de dos fármacos del mismo grupo de sustancias, como dos antidepresivos- y de potenciación -uso concomitante de dos fármacos de diferentes clases de sustancias, por ejemplo, un antidepresivo con un antipsicótico-. A pesar de que estas estrategias son muy frecuentes, faltan estudios que investiguen adecuadamente este fenómeno.

En este trabajo analizan una muestra de 1.410 pacientes con trastorno depresivo mayor con el objetivo de determinar tanto la prevalencia de las estrategias de combinación y potenciación, como las diferencias en las características sociodemográficas, clínicas y de tratamiento entre los pacientes que reciben combinación y potenciación y aquellos en monoterapia antidepresiva. Se trata de un estudio realizado en Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Israel, Italia y Suiza, es decir, con pacientes de nuestro entorno europeo.

Respecto a las características de la muestra:

  • El 60,64% estaba en tratamiento con una estrategia de combinación/potenciación de psicofármacos: 24,68% con dos, 19,08% con tres, 12,55% con cuatro, 3,83% con cinco y 0,50% con seis o más.
  • Entre los pacientes en combinación/potenciación de tratamiento, encuentra una mayor proporción de hombres de origen caucásico, con mayor edad media, menor nivel educativo y mayores tasas de desempleo que en el grupo en monoterapia antidepresiva.

Respecto a los fármacos combinados con el antidepresivo de primera línea de tratamiento:

Grafica con combinación de fármacos para pacientes con trastorno antidepresivo mayor
Figura 1: Porcentaje de los pacientes con trastorno depresivo mayor que reciben monoterapia antidepresiva o diversas estrategias de aumento y combinación desglosadas según las diferentes clases de sustancias administradas además de la medicación en curso con el fármaco antidepresivo.1

En cuanto a las características clínicas de la muestra de pacientes con combinación/potenciación, los resultados obtenidos van en la línea de algunos estudios previos y en consonancia con la práctica clínica habitual:

  • Resistencia al tratamiento: un 43,51% de los pacientes con antidepresivos habían sido clasificados como resistentes.
  • Mayor gravedad del trastorno depresivo: en el grupo de combinación/potenciación encuentran una mayor proporción síntomas psicóticos, síntomas melancólicos, síntomas atípicos, riesgo de suicido, hospitalización y mayor duración de la hospitalización, que en el de monoterapia. Así como mayores dosis del antidepresivo de primera línea.
  • Mayor número de comorbilidades psiquiátricas y somáticas: encuentran una mayor proporción de combinación/potenciación en pacientes con trastorno de pánico, agorafobia, TOC o bulimia comórbidas; así como hipertensión, patología tiroidea, diabetes y patología cardiovascular.
  • Uso de antipsicóticos de segunda generación: un 32,13% de los pacientes potencian el antidepresivo con fármacos antipsicóticos. Los autores comentan que este hallazgo confirma la tendencia progresiva en los últimos años al aumento de esta estrategia en el tratamiento del trastorno depresivo mayor, con fármacos como el aripiprazol, la quetiapina y la olanzapina.
  • Principales combinaciones de antidepresivos: Entre el 29,50% de pacientes en combinación de antidepresivo, los principales fármacos usados para combinar han sido los NaSSA (antidepresivos serotoninérgicos y noradrenérgicos específicos) y los SARIs ( antidepresivos antagonistas de los receptores serotoninérgicos) (e.g., mirtazapina y trazodona) y los antidepresivos tricíclicos.

En conclusión, se trata de un trabajo que da soporte a la combinación de psicofármacos que, de forma generalizada, se lleva a cabo en la práctica clínica habitual en aquellos pacientes con mala respuesta al tratamiento o con mayor gravedad clínica del trastorno depresivo mayor.


Bibliografía y referencias: