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¿Cómo calcular el flujo espiratorio máximo en la crisis asmática?


Dr. José David Maya Viejo | Medicina Familiar y Comunitaria

Centro de Salud de Villanueva del Río y Minas, Sevilla


En muchas ocasiones la valoración cualitativa (por síntomas) de una crisis asmática puede infravalorar el grado de obstrucción que presenta el paciente. Es por ello, que siempre que sea posible, ante una crisis asmática, recomendaremos una valoración cuantitativa (mediante flujo espiratorio máximo, PEF), no sólo para la evaluación inicial sino también para el seguimiento y valoración del tratamiento en dicho paciente durante su estancia en Urgencias.

Medir el flujo espiratorio máximo mediante medidores de flujo espiratorio máximo (peak flow meters) o espirometría, cuando es posible realizarla, es el mejor método para la evaluación objetiva de la gravedad de la crisis asmática. Aquellos pacientes que por la intensidad de los síntomas presentes no puedan realizar dicha medida deberían considerarse como "graves" y pueden desarrollar hipercapnia.

Para llegar a tener una medida válida con el medidor de flujo espiratorio máximo (PEF) se precisa de la realización de 3 maniobras, de las que se elegirá la de mayor valor. Este valor debe ser comparado con su mejor marca personal de PEF (MMP-PEF), si disponemos de ella, o bien con su PEF ideal, calculado a partir de las tablas o gráficas disponibles para su grupo poblacional, género, edad y talla. Debemos calcular el cociente entre el PEF actual y el PEF ideal (o MMP-PEF), y multiplicarlo por 100, obteniendo un porcentaje que equivale al porcentaje de vía aérea que no está obstruida.

PEF actual/PEF ideal x 100 = % de vía aérea no obstruida

Una vez calculado este cociente, y teniendo en cuenta los umbrales de clasificación de las crisis asmáticas, que exponemos a continuación, asignaremos al paciente el nivel de gravedad que le corresponde.

Tabla 1: Gravedad de la crisis asmática.
% vía aérea no obstruída Gravedad de la crisis asmática
70-80

Leve:  se considera crisis asmática leve cuando el cociente calculado está entre el 70 y el 80% del PEF ideal, ambos inclusive. Los valores de PEF > 80% se consideran normales

50-70 Moderada: se considera crisis asmática moderada cuando el cociente calculado está entre el 50 y el 70% del PEF ideal, y no revierte a la normalidad a pesar del uso indicado de broncodilatadores
Igual o inferior a 50 Grave

Evaluada la gravedad de la crisis asmática podemos iniciar el tratamiento y valorar posteriormente (cuantitativamente), el grado de mejoría, mediante la repetición del flujo espiratorio máximo.

Las medidas de flujo espiratorio máximo pueden servir también como predictoras de la posibilidad de hipercapnia ([PaCO2] superior a 45 mmHg o superior a 6 kPa), es decir, el medidor de PEF nos puede servir como herramienta de cribado para discernir a qué pacientes asmáticos debemos realizar gasometría arterial o no. La medida de la presión parcial de CO2 en sangre venosa es una práctica común en los Servicios de Urgencia y un valor normal o bajo descarta hipercapnia en la mayoría de los casos, aunque la correlación global entre PvCO2 y PaCO2 es pobre2.

En ausencia de fármacos depresores de la respiración (sedantes o estupefacientes), casi nunca hay hipercapnia cuando el PEF es superior o igual a 25%, con respecto al PEF ideal, o superior o igual a 200 l/min3,4,5.

De esta forma, la gasometría arterial estaría indicada en:

  • Pacientes con disnea persistente y PEF inferior a 25% o inferior a 200 l/min, a pesar del tratamiento broncodilatador inicial
  • Pacientes con PEF entre 25-50% del ideal cuya función respiratoria se deteriora a pesar del tratamiento broncodilatador
  • Pacientes en los que la intensidad de los síntomas le impiden realizar una medida de PEF
  • Pacientes con posibles síntomas de hipercapnia: deterioro de conciencia, disminución llamativa o paradójica de la frecuencia respiratoria o presencia de mioclonías

De forma habitual, la crisis asmática produce un incremento de la frecuencia respiratoria, que a su vez se traduce en una hiperventilación y una disminución de la PaCO2 posterior. De esta manera, cuando estemos ante una crisis asmática con niveles normales de PaCO2, es porque los mecanismos de compensación están fallando y pronto aparecerá la hipercapnia y el fallo respiratorio. La aparición de hipercapnia progresiva durante una crisis asmática es casi siempre indicación de ventilación mecánica.

No es raro encontrarnos ante crisis asmáticas en pacientes con ansiedad para las que solemos usar benzodiazepinas, olvidándonos de la posibilidad de depresión respiratoria a las que se asocian este tipo de fármacos. En su lugar, deberíamos intensificar el tratamiento broncodilatador, para mejorar la disnea, e indicar activamente al paciente que realice incursiones respiratorias profundas y lentas, motivándolo en cada maniobra.


Bibliografía y referencias: