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¿Cuáles son los criterios de derivación de pacientes EPOC a Neumología desde Atención Primaria?


Dr. Lisardo García Matarín | Medicina Familiar y Comunitaria

Unidad de Gestión Clínica Aguadulce Sur, Almería


A continuación se indican los criterios a considerar para la derivación de pacientes con EPOC a Neumología desde Atención Primaria.

Diagnóstico

Cuando para realizar el diagnóstico se encuentra alguna de las siguientes condiciones:

  • No se dispone de espirómetro o personal cualificado para realizar una espirometría de calidad que permita el diagnóstico de la enfermedad
  • Dudas diagnósticas tras la realización de pruebas disponibles en Atención Primaria

Manejo de la EPOC estable en Atención Primaria

  • Persistencia de síntomas a pesar de tratamiento adecuado. En un paciente diagnosticado de EPOC cuando, a pesar del tratamiento adecuado a sus características, no se logre una mejoría, empeore, agudice con frecuencia o haya una desproporción entre función pulmonar y síntomas
  • En aquellos pacientes de riesgo alto para la realización de pruebas no disponibles en Atención Primaria
  • Cuando se crea necesario indicar oxigenoterapia continua domiciliaria o indicar técnicas quirúrgicas (bullectomía, cirugía de reducción de volumen, trasplante de pulmón, etc.)
  • Tratamiento del tabaquismo ante fracasos previos
  • Excluir otras patologías tales como bronquiectasias, cáncer de pulmón, hemoptisis, cor pulmonale crónico o comorbilidades (edemas periféricos, ascitis, sospecha clínica de insuficiencia cardiaca congestiva)
  • Rápido deterioro de la clínica o de la función pulmonar (superior a 50 ml/año)
  • Persistencia de cifras de SpO2 inferior o igual a 90%
  • Descartar síndrome de apnea-hipopnea del sueño (somnolencia diurna, ronquidos, apneas presenciadas)
  • Diagnóstico de EPOC en menores de 40 años. Descartar déficit de alfa-1 antitripsina
  • Agudización grave o muy grave. Deterioro del estado general
  • Dificultad para cumplir el tratamiento de la agudización en su domicilio (limitaciones físicas-psíquicas, falta de apoyo familiar, etc.)
  • Presencia de comorbilidades graves o complicaciones: cardiopatía isquémica, arritmias, insuficiencia renal crónica, hepatopatía moderada/grave
  • Falta de respuesta al tratamiento ambulatorio correcto en agudizaciones leves/moderadas (evolución desfavorable o empeoramiento en 12-24 horas a pesar del tratamiento)
  • Pacientes con EPOC grave/muy grave y agudizaciones frecuentes (superior o igual a 2) el año anterior
  • Diagnóstico diferencial con otras patologías (neumonía, cardiopatía isquémica, tromboembolismo pulmonar, neumotórax, etc.)

Como conclusiones la EPOC, como muchas otras enfermedades crónicas, va a requerir una atención continuada en la cual va a ser imprescindible la buena coordinación, comunicación y adecuada integración entre el médico de Atención Primaria y el neumólogo. Tanto los protocolos de actuación local, nacional o internacional, están dirigidos y diseñados con esta intención y su aplicación en la práctica diaria va a repercutir tanto en el beneficio de los pacientes como de los médicos que tendrán que atenderlos. El neumólogo debe tener una implicación activa, como figura de referencia, en beneficio del buen manejo de este tipo de pacientes.