Publicidad aap valencia

Onicomicosis por hongos no dermatofitos



Aunque lo más habitual es que las onicomicosis tengan como agente causal a ciertos hongos dermatofitos (T. rubrum y T. mentagrophyte, principalmente), existen hongos no dermatofitos que pueden ser capaces de provocar un cuadro clínico indistinguible clínicamente. Estos agentes incluyen Scopulariopsis brevicaulis, Scytalidium dimidiatum y especies de Aspergillus, Acremonium o Alternaria. El problema de estos últimos es que pueden actuar bien como el auténtico agente etiológico causal o bien como simples contaminantes, complicando la interpretación de los hallazgos microbiológicos. Por este motivo, os recomiendo que, ante este hallazgo, se repita la toma de cultivo y se compruebe de nuevo su aislamiento en otra muestra ungueal a la vez que se descarte la presencia concomitante de los hongos dermatofitos habituales. La positividad de la muestra en fresco para hidróxido de potasio (KOH), técnica sencilla de realizar en el propio laboratorio, también es útil para confirmación mediante visualización directa de una manera rápida, no así el cultivo que, aunque imprescindible en estas situaciones, puede demorarse hasta un mes.

Si ya de por si las onicomicosis suelen ser difíciles de tratar, aquellas originadas por hongos no dermatofitos lo son aún más ante la ausencia de claros protocolos terapéuticos y la resistencia de estos organismos a los esquemas habituales. Suelen ser necesarios tratamientos combinados con antifúngicos tópicos y sistémicos (terbinafina e itraconazol, principalmente) junto con avulsiones químicas con queratolíticos o desbridamientos parciales o totales (avulsión quirúrgica).

Como última recomendación, válida para cualquier infección fúngica independientemente de la localización, cuando vayáis a realizar una toma de muestra microbiológica, algo necesario cuando vamos a plantear tratamiento sistémico durante largos periodos (3-4 meses) para las afectaciones ungueales de los pies, aseguraos que el paciente no se está aplicando antifúngicos tópicos al menos en las dos semanas previas para evitar falsos negativos, algo muy habitual en la práctica clínica real.

Os recomiendo la lectura del siguiente artículo al respecto: Systematic review of nondermatophyte mold onychomicosis: diagnosis, clinical types, epidemiology, and treatment.