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Psoriasis genital: diagnóstico y tratamiento



La psoriasis genital es una manifestación frecuente, debilitante, estigmatizante y difícil de tratar de la psoriasis en placas. La literatura sobre ensayos controlados dedicados al manejo y tratamiento efectivo de esta localización especial es escasa.

Aunque la psoriasis genital puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y la salud sexual, existen pocos instrumentos validados para medir la gravedad y el impacto de la psoriasis en esta localización.

La afectación genital ocurre en casi el 40% de los pacientes con psoriasis de moderada a grave en algún momento de la evolución de la enfermedad. El picor y una sensación de malestar son los síntomas más comunes. En promedio, el diagnóstico de psoriasis genital se realiza 10,5 años después del diagnóstico de psoriasis en placas corporales.

Los afectados por psoriasis genital tienen un deterioro significativamente mayor en su calidad de vida relacionada con la salud, con una reducción de la función sexual. Sin embargo, los clínicos tienden a pasar por alto los hallazgos cutáneos de la psoriasis genital, debido a que no siempre preguntan específicamente acerca de los síntomas relevantes o examinan rutinariamente esta zona corporal.

El diagnóstico y el tratamiento de la psoriasis genital pueden ser difíciles y, con frecuencia, se diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad. La educación sobre los síntomas y la carga de la afectación genital puede mejorar la identificación y el tratamiento.

Las áreas afectadas por la psoriasis inversa son más susceptibles a los efectos adversos de los corticosteroides tópicos. Por lo tanto, otras terapias podrían ser una valiosa adyuvancia a los agentes tópicos actualmente disponibles. Hay ensayos clínicos de productos biológicos en la psoriasis que reclutan específicamente a sujetos con una participación de menos del 10% de la superficie corporal afectada. Estos han proporcionado evidencia de que los pacientes con una enfermedad menos extensa también pueden beneficiarse de la terapia con diversos agentes biológicos, entre los que destaca ixekizumab, un agente biológico antiinterleuquina-17 que presenta ensayos clínicos específicos sobre el manejo terapéutico del área genital.

En conclusión, la psoriasis genital puede resultar en un detrimento significativo de la salud física y mental de los pacientes, por lo que son necesarios tratamientos más efectivos. Es importante preguntar a los pacientes sobre la afectación de localizaciones especiales, ya que la presencia de lesiones de psoriasis en el área genital puede pasarse por alto. Los datos basados en evidencia con respecto a la eficacia y seguridad de los tratamientos para la psoriasis genital son limitados.

Estudios recientes avalan el uso de ixekizumab para psoriasis con afectación de esta localización, ya que arroja resultados muy satisfactorios con un buen perfil de tolerabilidad. Se necesitan estudios observacionales más amplios para confirmar estos hallazgos en la práctica clínica real y valorar el papel potencial de otros fármacos como los anticuerpos IL-17 en este contexto, lo que posiblemente requerirá ensayos clínicos más grandes y controlados.


Bibliografía y referencias:

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