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¿Qué síntomas nos pueden indicar que estamos ante un cuadro vertiginoso secundario a patología de origen central?



El vértigo y el nistagmo son dos de las manifestaciones que producen las alteraciones del equilibrio. En ellas hemos de poner nuestra atención para diferenciar si la causa es central o periférica (Tabla 1).

Tabla 1. Diagnóstico diferencial del vértigo
Características Vértigo periférico Vértigo central
Comienzo Brusco Lento
Intensidad Alta Leve
Duración Segundos-horas-días Semanas-meses-años
Síntomas vegetativos Intensos Escasos
Relación con los giros de cabeza Aumenta No afecta
Nistagmo Conjugado
Horizonto-rotatorio
Fatigable
Se inhibe con fijación visual
Disociado
Horizontal, rotatorio o vertical
No fatigable
No se inhibe con fijación visual

En cuanto a la primera, el vértigo de origen periférico tiene una aparición más brusca y es más intenso que el origen central, que presenta una evolución más larvada y prolongada en el tiempo, pudiendo durar semanas e incluso meses. El cuadro periférico se suele acompañar de síntomas vegetativos, desviaciones segmentarias hacia el lado afecto y, ocasionalmente, síntomas auditivos. Por el contrario el cuadro central no suele tener síntomas vegetativos, se puede acompañar de ataxia y puede presentar otros síntomas como cefalea. En estos casos puede haber alteraciones de otros pares craneales.

En cuanto al nistagmo, el de origen periférico está siempre presente en los cuadros agudos, es unidireccional y suele ser combinado, horizonto o vertical-rotatorio.

Vídeo 1: Nistagmo horizonto

Además, se inhibe con la fijación de la mirada y puede ser fatigable y agotable. Cumple la ley de Alexander que dice que aumenta su intensidad y frecuencia si la mirada es desviada hacia el lado del componente rápido del nistagmo. El nistagmo de origen central no está siempre presente, pero si aparece, persiste mientras persiste la causa que lo provoca, puede ser disociado y generalmente es horizontal o rotatorio puro, no se inhibe con la fijación de la mirada, no es agotable ni fatigable, ni cumple la ley de Alexander (aumento del nistagmo cuando los ojos miran hacia la fase rápida).

Vídeo 2: Nistagmo rotatorio puro


Bibliografía y referencias:

  1. R. Ramírez Camacho. Trastornos del equilibrio. Un abordaje multidisciplinario. 1ª Ed. Madrid. McGraw-Hill; 2003