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Asma inducida por ejercicio y deporte



Tener asma no debe ser impedimento para hacer deporte. Se puede practicar el deporte que se desee siendo asmático, e incluso realizar deporte de competición.

Para corroborar esta afirmación resulta muy práctico indicar que muchos deportistas de elite son asmáticos (por ejemplo el 8-12% de los olímpicos de Barcelona lo eran).

El caso es poner todos los medios a nuestro alcance para que esto sea posible.

¿Son doping las medicinas para el asma?

Los medicamentos para el asma no mejoran el rendimiento físico de los deportistas, por lo que no deben usarse para este fin.

A las personas asmáticas que realizan deporte de competición les está permitido el uso de broncodilatadores y antiinflamatorios inhalados para el asma.

El Comité Olímpico Internacional ha elaborado una normativa que regula el uso de los beta2 entre los deportistas, con diferentes variaciones a lo largo de los años en función del avance los conocimientos de la medicina deportiva.

El Asma Inducida por ejercicio (AIE)

Existen varios tipos de intolerancia al ejercicio en las personas con asma.

Podemos hablar de tres:

  1. La que tienen todos los asmáticos, ya que en alguna medida los niños-adolescentes con asma pueden presentar cierta intolerancia al ejercicio (algunos autores afirman que hasta el 95% de los asmáticos).
  2. Un asma inducida por ejercicio (AIE) bien definida, dentro de un contexto más amplio de asma. Es decir, el niño-adolescente tiene asma (por alergias, etc) y además AIE.
  3. Existe otro grupo de niños que solo tienen AIE como síntoma de asma (hasta el 8% de la población infantil no alérgica).
Por qué se produce el AIE

Los mecanismos por los que se provoca AIE todavía no están completamente aclarados. Las teorías apuntan hacia un cambio de la osmolaridad de la mucosa bronquial, que induce liberación de interleukinas 4 a 6 que a su vez provocan broncoespasmo y edema. La liberación de catecolaminas podría verse inhibida en estos pacientes al inicio del esfuerzo submáximo, lo que podría favorecer la crisis de broncoespasmo en el máximo esfuerzo.

No debemos banalizar la presencia de esta limitación al esfuerzo tan habitual en nuestros pacientes asmáticos, y realizar labores de educación y promoción de hábitos de vida saludable, sin olvidar insistir en la optimización de la técnica de inhalación.