Depresión e insuficiencia cardiaca: ¿el tratamiento farmacológico con vortioxetina es seguro?
La depresión es una comorbilidad frecuente e invalidante que afecta a los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC). Hasta el 30 % de los pacientes con IC sufren depresión y un número aún mayor presenta síntomas depresivos. Además, la depresión conlleva un riesgo de IC, sobre todo en los grupos de alto riesgo, y se asocia significativamente con una peor calidad de vida y más eventos cardiovasculares.
La prevalencia global estimada de depresión en la IC es aproximadamente del 20 % al 30 % y es similar en la IC con fracción de eyección reducida y preservada e independiente de la etiología.
Los antidepresivos tricíclicos están contraindicados en pacientes con cardiopatía debido al mayor riesgo de hipotensión, arritmia e infarto de miocardio.
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) han mostrado un perfil de seguridad más favorable, con múltiples ensayos clínicos con resultados neutros de los ISRS frente a la atención habitual en pacientes con IC siendo en general los más utilizados e indicados en pacientes con enfermedad cardiovascular.
Los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) que incluyen venlafaxina, duloxetina, desvenlafaxina, inhiben tanto la recaptación de serotonina como de norepinefrina provocando un aumento de la actividad simpática lo que puede provocar taquicardia, hipertensión y arritmias. Los IRSN tienen más efectos secundarios que los ISRS, incluida la hipertensión, especialmente a dosis altas.
Entre los denominados agentes atípicos se encuentran bupropion, trazodona, vortioxetina, buspirona y mirtazapina. Vortioxetina es un antidepresivo de acción multimodal. Su acción combinada como inhibidor de la recaptación de serotonina y como modulador de una gran variedad de receptores serotoninérgicos le otorga un perfil farmacológico más amplio que el de otros antidepresivos, por lo que vortioxetina se presenta como una alternativa atractiva en caso de falta de respuesta a antidepresivos convencionales. Entre sus efectos secundarios, los más frecuentes son náuseas y vómitos, con un efecto transitorio y dosis dependiente. La vortioxetina no parece producir alteraciones cardiovasculares ni inducir un aumento de peso significativo lo que confiere un perfil de seguridad adecuado en pacientes con insuficiencia cardiaca.
Como conclusión general en insuficiencia cardiaca se prefieren los ISRS por su baja toxicidad cardiaca. Los ISRS y los agentes atípicos entre los que se encuentra la vortioxetina tienen pocos efectos secundarios y probablemente puedan utilizarse con seguridad con otros fármacos de uso cardiovascular.
Bibliografía y referencias:
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