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Alimentación en las personas con diabetes mellitus tipo 2: ¿existe una dieta mejor que otra?


Dra. Sònia Miravet Jiménez | Medicina Familiar y Comunitaria

Servicio de Atención Primaria de Alt Penedès, Barcelona


El pilar de la prevención y el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es la modificación del estilo de vida de la persona que la padece: realizar ejercicio físico de forma continua y mantener una alimentación equilibrada. La dieta mediterránea es la que ha acumulado más evidencia en cuanto a prevención de complicaciones cardiovasculares2, al menos hasta este momento, aportando una mayor adherencia entre las personas que la realizan. También la dieta basada en vegetales y la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) consiguen buenos resultados en la prevención de complicaciones en las personas con DM2.

Las recomendaciones de la American Diabetes Association (ADA)1 sobre alimentación adecuada promueven una atención y programas de intervención individualizados para conseguir los objetivos de control glucémico y metabólico, acción que resulta coste-eficaz. En estos 4 puntos, se resumen estas recomendaciones:

  1. Promover la cantidad y equilibrio de nutrientes necesarios para conseguir y mantener unos objetivos de peso, control metabólico (glucémico, de presión arterial y lípidos) y prevenir o retrasar las complicaciones vasculares de la diabetes mellitus tipo 2.
  2. Valorar las preferencias de alimentación individuales, teniendo en cuenta factores culturales, acceso a ciertos alimentos, etc.
  3. Fomentar el placer de la buena alimentación, adecuando la elección de los alimentos en base a la evidencia científica disponible.
  4. Dotar a los pacientes de las herramientas prácticas para desarrollar buenos hábitos alimentarios.

En cuanto a los consejos en este ámbito que debemos trasladar (y prescribir) desde las consultas de Atención Primaria, recientemente la redGDPS elaboró un algoritmo sobre cambios en el estilo de vida (Figura 1)3 que nos puede ayudar. Este esquema propone una propuesta de intervención general básica, aplicable a todos los pacientes y una avanzada, aplicable tan solo a algunos pacientes, teniendo en cuenta sus principales condicionantes clínicos. Por otro lado, realiza una serie de recomendaciones en situaciones especiales que presentan las personas con diabetes mellitus tipo 2, como son seguir una dieta vegetariana o vegana, pacientes con ciertas complicaciones microvasculares (retinopatía, neuropatía, nefropatía diabética…) o fragilidad, obesidad e insulinización.

Algoritmo sobre cambios de estilo de vida en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 de la RedGDPS 2020
Figura 1: Algoritmo sobre cambios en el estilo de vida en DM2. Adaptada de Carrillo Fernández, L et al2.

Por último, quería comentaros los resultados de un reciente artículo4 publicado en Journal of Nutritional Science que compara resultados obtenidos con dos dietas distintas: dietas bajas en hidratos de carbono frente a dietas hipocalóricas. Esta revisión sistemática compara el efecto sobre la pérdida de peso y el nivel de hemoglobina glicosilada (HbA1c) de las dietas bajas en hidratos de carbono (que contienen menos de 130 g de hidratos de carbono por día, menos que el 26% de la energía total diaria) frente a dietas dietas hipocalóricas (menos de 1.200 kcal por día).

Después de analizar el efecto sobre la HbA1c y el peso a los 3, 6, 12 y 24 meses de los ensayos incluidos, se concluyó que no era necesario mantener una restricción calórica para que se consiguiera un objetivo de control metabólico adecuado. También se determinó la asociación entre la pérdida de peso y la reducción de HbA1c, insistiendo en el concepto que ya conocemos y es que la pérdida de peso es fundamental en la remisión de la diabetes mellitus tipo 2.

Es interesante leerlo y poder utilizarlo en nuestras consultas, ya que en muchas ocasiones, nos empeñamos en mantener ciertas actitudes frente a la recomendación de dietas hipocalóricas que los pacientes no pueden seguir, en vez de dedicar tiempo a potenciar determinados pequeños cambios, posibles y que también permiten conseguir el objetivo que perseguimos.


Bibliografía y referencias: