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Al hablar de síntomas del tracto urinario inferior (STUI), tradicionalmente se pensaba en la hiperplasia benigna de próstata (HBP). Hace ya más de 10 años que la guía clínica en HBP de la Asociación Europea de Urología pasó a denominarse “Guía clínica en STUI no neurogénicos, incluyendo la HBP”. Este cambio es consecuencia de la etiología multifactorial de los STUI, que pueden estar producidos por múltiples patologías además de la HBP, como la vejiga hiperactiva, poliuria nocturna, litiasis, infecciones del tracto urinario, vejiga hipocontráctil, enfermedades sistémicas (diabetes, insuficiencia cardiaca…), etc.

El algoritmo de tratamiento de la guía europea de STUI no neurogénicos (Management of Non-neurogenic Male LUTS)1 recomienda descartar la poliuria nocturna entre los pacientes con síntomas molestos. Para diagnosticar poliuria nocturna es fundamental la realización de un diario miccional, del cual se obtiene la tabla frecuencia/volumen. Con esta información se va a conocer el número de micciones diurnas y nocturnas y volumen de cada micción, permitiendo calcular el volumen de orina total nocturno y diurno del paciente.

La poliuria nocturna se define como la producción de orina nocturna mayor al 20% de la diuresis diaria total en personas jóvenes o mayor del 33% en personas mayores (mayores de 65 años). Puede deberse tanto a una disminución de la producción de hormona antidiurética (ADH) como a patologías que cursan con edemas, como la insuficiencia cardiaca congestiva (ICC), el síndrome nefrótico o insuficiencia venosa. Otra causa sería el consumo excesivo de líquidos o sustancias diuréticas (como el café y el alcohol) o la ingesta de fármacos que aumentan la diuresis antes de acostarse.

Los niveles plasmáticos de ADH presentan un ritmo circadiano y normalmente se incrementan durante la noche. No ocurre así en pacientes mayores con nocturia en los que el ciclo puede romperse. También se puede encontrar un déficit primario de secreción de ADH por lesión del sistema nervioso central (SNC) que afecte al eje hipotálamo-hipofisario.

Las opciones farmacológicas para el tratamiento de la poliuria nocturna incluyen diuréticos a media tarde, antidepresivos tricíclicos y análogos de la hormona antidiurética (ADH).


Bibliografía y referencias: