¿Por qué deberíamos recomendar la automedida del flujo espiratorio máximo a nuestros pacientes con asma?
La medida del flujo espiratorio máximo (FEM) o peak expiratory flow (PEF) mediante medidores portátiles constituye una herramienta sencilla y accesible para la valoración de la función pulmonar en la consulta de Atención Primaria.
El PEF es el mayor flujo que se alcanza durante una espiración forzada, aporta información sobre el estado de las vías respiratorias de gran calibre y es indicativo de la función pulmonar. Se puede medir mediante espirometría, pero el mayor interés radica en la posibilidad de ser medido mediante medidores portátiles, lo que permite al paciente asmático realizarlo en su domicilio al igual que un paciente hipertenso puede medir su presión arterial o un paciente diabético puede determinar sus cifras de glucemia en domicilio.
Tras una educación adecuada, el paciente podría alertarnos de forma precoz sobre un posible empeoramiento e incluso podría realizar ajustes de su tratamiento en ciertas circunstancias. Para los pacientes de alto riesgo que sufren exacerbaciones y acuden a los servicios de urgencias de forma frecuente, una alternativa rentable para reducir dichas visitas a urgencias sería un plan de autocontrol basado en el PEF, lo que mejoraría el control y la relación coste-efectividad1.
Se trata de una herramienta que aporta un gran valor en Atención Primaria en estos momentos en los que en muchos centros de salud aún no hay accesibilidad para la realización de espirometrías debido a los inconvenientes para la realización de la técnica surgidos por la pandemia de COVID-19.
Nos permite obtener una valoración objetiva de la obstrucción al flujo aéreo, lo que es fundamental para estratificar la gravedad inicial y la respuesta al tratamiento de una crisis asmática. Para determinar la gravedad de una crisis asmática debemos usar de referencia el mejor valor personal previo del paciente de los últimos dos años. Si no lo conocemos, calcularemos el PEF teórico según las tablas de talla, edad y sexo5.
Sin embargo, varios estudios han detectado errores en la realización de la técnica, como por ejemplo no inhalar completamente, no hacer el máximo esfuerzo al exhalar o realizar solo un intento en lugar de tres7. Por ello, es fundamental el adiestramiento y la educación del paciente, tarea en la que deben estar implicados tanto el médico de familia como la enfermera de Atención Primaria.
Bibliografía y referencias:
- M Lourdes B de Asis, Richard Greene. A cost-effectiveness analysis of a peak flow-based asthma education and self-management plan in a high-cost population. J Asthma 2004 Aug;41(5):559-65.
- Herrera-Sánchez A et al. Peak expiratory flow vs. spirometry for the diagnosis of asthma in adults. Rev Alerg Mex. Jul-Sep 2019;66(3):308-313.
- Subat YW, et al. Aerosol Generation During Peak Flow Testing: Clinical Implications for COVID-19. Respir Care 2021 Aug;66(8):1291-1298.
- Hanon S et al. Peak In- and Expiratory Flow Revisited: Reliability and Reference Values in Adults. Respiration 2021;100(1):11-18.
- Miquel-Gomara Perelló, J. et al. Medidor de Peak-flow: técnica de manejo y utilidad en Atención Primaria. Medifam, 2002; 3: 206-213.
- Häggström, Mikael (2014). "Medical gallery of Mikael Häggström 2014". WikiJournal of Medicine 1 (2).
- Self TH et al. Incorrect use of peak flow meters: are you observing your patients? J Asthma. 2014 Aug;51(6):566-72.
- Guía española para el manejo del asma (GEMA 5.1)