Publicidad aap zaragoza

Recomendaciones nutricionales en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC)



Los pacientes renales atraviesan a lo largo de su vida diferentes etapas, desde el inicio de la enfermedad hasta el periodo posterior al trasplante, por lo que deben recibir evaluación nutricional individualizada y consejo dietético que se adapte a sus necesidades.

Lo principal es garantizar un adecuado soporte calórico, proteico y de minerales. No se deben indicar dietas muy restrictivas que no se adapten al gasto energético y actividad física del paciente. Las clásicas restricciones severas no han demostrado un impacto determinante sobre la supervivencia. Además, se ha visto el riesgo de dietas muy bajas en proteínas y en alimentos ricos en potasio, dada la naturaleza de la dieta mediterránea con claro beneficio cardiovascular. En cuanto a la ingesta de líquidos, hay que tener en cuenta el riesgo de sobrecarga de volumen en pacientes en estadios 4-5, principalmente cardiópatas.

Es importante un correcto balance energético y control del sobrepeso para prevenir la progresión del síndrome metabólico tan frecuente en el paciente con enfermedad renal crónica (ERC). El aporte calórico debe ser en forma de hidratos de carbono del 50-60%, preferiblemente de absorción lenta, para mejorar la tolerancia a la glucosa. El 30-40% restante se aporta en forma de ácidos grasos no saturados, adaptándose al estado lipídico e hidrocarbonado del paciente.

Las guías KDOQI aconsejan una ingesta máxima diaria de sodio (Na) de 2,3 gramos (6 gramos de sal).

En cuanto al aporte de proteínas en ERC se recomienda una restricción moderada (0,8 g/kg) excepto en pacientes en diálisis donde deben ser mayores. También deben ser mayores en pacientes frágiles o sarcopénicos.

Las clásicas restricciones de frutas y verduras por el riesgo de hiperpotasemia han derivado en una dieta más aterogénica, por lo tanto, se debe incidir más en técnicas de cocinado como doble cocción de verduras y tubérculos o dejarlos horas en remojo, evitando el ayuno prolongado para prevenir la hiperpotasemia.

En la enfermedad renal crónica la absorción intestinal de calcio disminuye como consecuencia del déficit de calcitriol. Es por ello que si los niveles están bajos debe suplementarse vitamina D. Los suplementos de calcio deben individualizarse en función de los parámetros bioquímicos (Ca, PTH) y el riesgo de calcificación vascular.


Bibliografía y referencias: