Probióticos en la prevención de la otitis media aguda en niños
La otitis media es una infección por un patógeno que asciende desde la nasofaringe y que va asociada a una falta de maduración fisiológica en determinadas edades de la tropa de Eustaquio.
La disminución o prevención de episodios de otitis media aguda (OMA) juega un papel crucial para disminuir el uso de antibióticos en pediatría. Las vacunas antineumocócicas existentes, así como la vacuna de la gripe, son útiles para prevenir los episodios de otitis media en una proporción relativamente pequeña pero significativa. Otras estrategias se están buscando como el intentar cambiar el microbioma de la nasofaringe.
Se buscan bacterias que se encuentren en la flora gastrointestinal o en el microbioma de la nasofaringe y que colonicen dicha área rechazando el predominio de los otopatógenos manteniendo la biodiversidad de la flora de la región.
En la literatura no existen demasiados artículos rigurosos sobre el tema si bien la mayor parte se basan en el tratamiento de niños con otitis recurrentes y la introducción de probióticos de la familia de los alfa-estreptococos. La administración de dichas bacterias en forma de espray parece proteger parcialmente pero significativamente de los episodios de otitis media en pacientes con otitis recurrentes.
En el trabajo de Sarlin et al.1 se realiza un estudio diferente, se usa un S. salivarius que administrado de forma oral consigue colonizar la nasofaringe manteniendo la biodiversidad del microbioma. La duración del estudio es de un año entre octubre y septiembre del último año de la pandemia por COVID-19. Se reclutaron 827 pacientes que asistían a una guardería y que hasta la fecha no habían mostrado episodios de otitis media aguda. Se separaron en dos grupos de forma aleatorizada. A unos se les daba el estreptococo y al otro un placebo una dosis al día durante 6 meses. Se les hizo un seguimiento y se registró el número de episodios de otitis media que mostraron a partir de entonces.
Del grupo con tratamiento presentaron al menos una otitis media aguda 34 pacientes o sea un 8,2 %. En el grupo placebo de 24 pacientes, un 5,8 % estadísticamente no hubo diferencias significativas con una p=0.17. Por lo tanto, el estudio concluye que no se mostró eficaz para proteger a los niños con otitis media aguda.
Son interesantes los estudios que demuestran lo contrario de lo que seguramente inicialmente querían demostrar y ser lo suficientemente honrados para publicarlos, lo que confirma que no hay interés económico sino el de hacer avanzar a la medicina.
De todas maneras, hay varios puntos a discutir. El primero es que llevar a cabo el estudio en época de pandemia crea un sesgo que podría alterar los resultados, ya que en esta época no circularon los virus habituales que son los que predisponen a otitis media aguda.
Asimismo, la bacteria se dio por vía oral lo que es más difícil que colonice la nasofaringe por lo que la aplicación en espray podría ser más útil que la digestiva.
Y por último, a los pacientes a los que se les administró el tratamiento no habían presentado ninguna otitis media en comparación con los trabajos publicados sobre pacientes que tenían ya otitis recurrentes.
En conclusión, aún falta mucho recorrido para investigar y determinar la utilidad de tratamientos probióticos en otitis media, si bien parece una terapia prometedora.
Bibliografía y referencias: