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La sintomatología del tracto urinario (STUI) del varón, comprende un amplio abanico de síntomas. Clásicamente se había atribuido este tipo de sintomatología en el varón a la “próstata”, (hiperplasia benigna de próstata), centrándose el manejo de los mismos en el tratamiento de la próstata.

Los trastornos del suelo pélvico se evaluaron mediante un cuestionario validado de 20 ítems, el inventario de malestar del suelo pélvico, el cual tiene tres subescalas que abarcan el prolapso de órganos pélvicos, el malestar colorrectal-anal, y el malestar urinario. Por otro lado, se evaluó la sexualidad mediante un cuestionario validado conocido como Función sexual de la mujer, que incluye seis subescalas.

Las causas de este tipo de síntomas son muy variadas, por lo que antes de iniciar un tratamiento es fundamental un correcto diagnóstico diferencial. Cierto es que la hiperplasia benigna de próstata y la vejiga hiperactiva son las causas más frecuentes, tanto en el varón como en la mujer respectivamente, pero hemos de recordar que otras patologías pueden presentarse con la misma sintomatología. Entre ellas, destacaría infecciones urinarias, litiasis ureterales, neoplasias vesicales o cáncer de próstata.

A la hora de valorar el PSA en pacientes en tratamientos con 5-ARI, debe multiplicarse el valor por dos y tomar las decisiones en función de este resultado. Además, incrementos de más 0,3 mg/dl deben ser también de estudios posteriores.

Los STUI, pueden ser de llenado (urgencia miccional, con o sin escapes, nicturia, aumento de la frecuencia miccional), de vaciado (chorro débil y sin fuerza, sensación de vaciado incompleto), o postmiccionales (goteo terminal). De ellos, el que mayor repercusión tiene sobre la calidad de vida de los pacientes son los síntomas de llenado.