Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

Ellipta®: un buen dispositivo de inhalación en polvo seco

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Dr. José Manuel Helguera Quevedo | Medicina Familiar y Comunitaria

Centro de Salud Bezana, Cantabria

23/05/19

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En la sede de Zaragoza del Programa AAP me hicieron una pregunta con respecto a los inhaladores utilizados en el asma. En la presentación solo podemos abordar parcialmente la EPOC, enfermedad muy compleja y variable, donde los aspectos de individualización del tratamiento y lucha contra el tabaquismo deben centrar nuestros esfuerzos para un abordaje de calidad.

Mi respuesta fue que la última decisión para la elección del dispositivo debe tomarla el paciente o, en su defecto, el cuidador. Esto es algo básico para mejorar la adherencia y persistencia en el tratamiento, pues sabemos que la técnica de inhalación no ha mejorado en nuestros pacientes en los últimos 40 años,¹ pero tampoco los profesionales sanitarios conocemos correctamente la técnica de inhalación².

En este contexto, recomiendo la lectura de la Guía GEMA Inhaladores³, recientemente publicada.

Uno de mis dispositivos favoritos ha venido recientemente a paliar dificultades en cuanto a facilidad de uso, técnica de inhalación, y posibilidades de combinación de diferentes moléculas, lo que a mi juicio, lo hace ideal para poner énfasis en la técnica de inhalación del paciente sobre un solo dispositivo, pudiendo tomar el clínico decisiones posteriores en cuanto a que moléculas precisaría el paciente en función del estadio clínico.

Ellipta® es un moderno dispositivo que ofrece las siguientes ventajas:

• Fácil de usar: sólo 3 pasos, con estudios de baja tasa de errores.
• Contiene unidosis en alveolos individuales de aluminio. Esto asegura la dosificación.
• No requiere sincronización pulsación-inhalación.
• Dispone de estudios donde se asegura buen uso con flujos inspiratorios > 30 l/m.
• Dispone de contador unitario de dosis que cambia de color al llegar a un remanente < 10 dosis y del que me gusta su tamaño, pues se ven bien los números, importante en personas con baja visión cercana.

La simplicidad externa del envase no debe hacernos olvidar la compleja tecnología que esconde en su interior:

Aunque lo que realmente me gusta de él es que dispone de dos rollos de blisters con alveolos aislados del exterior, lo que permite separar las moléculas por grupos terapéuticos en uno u otro rollo, y así evitar posibles amalgamas que dificulten el disgregado del polvo antes de la inhalación. En el entorno en el que yo trabajo, Cantabria, esto es de especial importancia, pues la humedad del ambiente suele superar el 70% y puede afectar a la desagregación de partículas, sobre todo en el caso de los corticoides inhalados.

A medida que abrimos la tapa del envase, se produce una rotación de los rollos de alveolos hasta dejar uno expuesto a cada lado, pudiendo inhalar el paciente la dosis en perfectas condiciones de sequedad, teniendo que salvar una distancia menor a tres centímetros hasta la entrada en la boca. Tras el cierre de la tapa, se haya producido o no la inhalación correcta, el alveolo ya utilizado no podrá ser expuesto al exterior nunca más, pues se irá enrollando en la zona inferior con cada nueva apertura de la tapa, pasando a ocupar su lugar una nueva dosis. Es imposible la sobredosificación.

Debemos recordar que el tamaño de partículas que desprende un inhalador debe estar entre 1 y 5 micras para maximizar su llegada y depósito a la pequeña vía aérea y área alveolar⁴ y Ellipta® consigue de forma consistente un tamaño medio de 3,4.

Además, el flujo inspiratorio necesario para activar los diferentes dispositivos influye de forma importantísima en el depósito orofaríngeo del fármaco, lo que solo aporta efectos secundarios.

Así, los flujos ideales⁴ serían los comprendidos entre 30 y 60 l/min, que se corresponden con los que se consiguen con el Ellipta®.

Bibliografía y referencias: