Publicidad banner LM direct nefrouro es

¿Cómo retrasar o prevenir la progresión de la enfermedad renal crónica en personas con diabetes?



La enfermedad renal crónica (ERC) es una complicación frecuente de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) que se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y de mortalidad por cualquier causa, así como de efectos económicos y sociales adversos1

La identificación temprana de la enfermedad renal crónica proporciona una oportunidad para implementar terapias para mejorar la función renal y/o enlentecer su progresión.

Las pautas que nos permiten retrasar o prevenir la progresión de la enfermedad renal crónica incluyen una evaluación periódica de las complicaciones renales y/o vasculares, la realización de intervenciones destinadas a mejorar el control glucémico y lipídico, mantener un peso corporal saludable y optimizar los valores de presión arterial 2,3,4.

Algunas recomendaciones más concretas para prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad renal crónica realizadas por las principales guías de práctica clínica en personas con diabetes son las siguientes2,3:

  • La realización de una evaluación dietética para abordar la obesidad, seguida de la educación y el apoyo adecuado, sería el primer paso para reducir la velocidad de deterioro de la función renal. De la misma manera, se debe promocionar la realización de ejercicio físico de intensidad moderada en las personas con diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad renal crónica.
  • En personas fumadoras, el consejo, apoyo y las intervenciones farmacológicas destinadas al abandono del tabaco son necesarias.
  • Se debe evitar el uso de fármacos que afecten negativamente a la función renal, como por ejemplo, los antiinflamatorios no esteroideos, y educar a los pacientes sobre su utilización.
  • La revisión periódica de los valores de hemoglobina glicosilada (HbA1c), presión arterial y lípidos, así como alcanzar un buen control de los mismos y el empleo de los fármacos adecuados son importantes para reducir la progresión de la ERC.
  • El uso de estatinas es adecuado en la atención a personas con diabetes mellitus tipo 2 y ERC, tanto en prevención primaria como secundaria.
  • El empleo de aspirina en prevención secundaria está ampliamente avalado por las guías de práctica clínica. En prevención primaria, en personas con diabetes y ERC no está suficientemente apoyado por la evidencia, aunque puede ser considerado su uso en personas con muy alto riesgo.
  • Existen fármacos que han demostrado un efecto renoprotector. La utilización en personas con diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión de bloqueantes del sistema renina-angiotensina: inhibidores de la enzima conversora de angiotensia (IECA) o antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA II) a la dosis máxima tolerada, especialmente en aquellas con albuminuria, han demostrado tener acciones nefroprotectoras. Igualmente, los inhibidores del cotransportador de sodio glucosa tipo 2 (iSGLT2) han demostrado reducir el deterioro de la función renal y los efectos renales adversos, de tal manera que la guía KDIGO 2020 recomienda agregar un iSGLT2 a otros fármacos antihiperglucemiantes en personas con diabetes y ERC que no alcanzan el objetivo de glucemia marcado o que, aun cumpliendo el objetivo, pueden alcanzar de forma segura un objetivo más bajo.


Bibliografía y referencias: