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Algunos retos y oportunidades que ofrece la pandemia de la COVID-19 en el manejo de los pacientes con diabetes tipo 2 en atención primaria


Dra. Sònia Miravet Jiménez | Medicina Familiar y Comunitaria

Servicio de Atención Primaria de Alt Penedès, Barcelona


Una de las cuestiones que últimamente nos planteamos con mayor frecuencia los compañeros de atención primaria es cómo hemos encontrado, en cuanto a términos de control metabólico, a nuestros pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (y otras patologías crónicas) después de estos meses de confinamiento.

Mayoritariamente, y sin datos publicados en la mano a nivel nacional, la impresión es que habrán engordado, tendrán peor control glucémico, pensamos que habrán sido más cumplidores en cuanto al tratamiento farmacológico y quizás más adherentes a la dieta y no tanto al ejercicio físico. Poca evidencia disponemos hasta el momento en este sentido. Sí tenemos algo más de información científica en pacientes con diabetes mellitus tipo 1.

En un estudio retrospectivo en vida real, en Italia1, se han analizado los datos de 55 pacientes en tratamiento con pautas bolo-basal o bombas de infusión continua y concluyen que no existían cambios en el perfil glucémico de estos pacientes, al menos durante los primeros 14 días de confinamiento. Tampoco presentaron un deterioro del control glucémico la serie de 147 pacientes con diabetes mellitus tipo 1 que utilizaban monitorización continua de glucosa o dispositivo Flash analizados en Badajoz2, que obtuvieron una mejora del tiempo en rango (70-180 mg/dl) en el 62% de los pacientes.

Debemos animarnos (cuando dispongamos de tiempo y motivación) a analizar los datos de nuestros pacientes con diabetes mellitus tipo 2 para poder determinar el estado actual de control de estos pacientes y poder planificar una atención más personalizada, en la medida en que el estado de la pandemia nos lo permita.

Es importante tener en cuenta varios aspectos que pueden contener implicaciones clínicas a partir de este momento:

  • Las personas con diabetes mellitus deberían monitorizar sus niveles de glucemia de forma frecuente, para conseguir un buen control glucémico (por lo tanto, deberían realizar cambios e intensificar su terapia si es necesario) ya que se ha demostrado que el buen control mejora el pronóstico en caso de infección por SARS-CoV-2.
  • La práctica de ejercicio físico y mantener una alimentación equilibrada, con una buena ingesta proteica, son claves en el mantenimiento del grado de control de los factores de riesgo cardiovascular y también ayuda a mantener una mejor salud emocional.
  • Los profesionales sanitarios debemos procurar ser más proactivos en la atención y seguimiento telemático (videoconsultas) y con llamadas telefónicas para valorar el estado psicoemocional de nuestros pacientes con diabetes mellitus y ajustar los tratamientos antihiperglucemiantes si es necesario.
  • Insistiremos en garantizar una buena pauta vacunal (antigripal y antineumocócica) en las personas con diabetes mellitus.

Es necesario poder disponer de guías de práctica clínica adaptadas a este nuevo escenario y que permitan ayudarnos a seguir manteniendo esta atención de calidad, accesibilidad y proximidad que les prestamos a nuestros pacientes con diabetes mellitus.


Bibliografía y referencias: