Publicidad vacunacion santiago

El cribado oportunista es importante para ayudar a eliminar el virus de la hepatitis C en población inmigrante



Recientes estudios han demostrado la eficiencia de establecer estrategias de screening del virus de la hepatitis C (VHC) en población inmigrante, especialmente en áreas de mayor concentración de personas procedentes de países con elevada prevalencia, como Europa del Este, África subsahariana y Pakistán.

Hace aproximadamente un año el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (MSCBS) publicó los resultados del segundo estudio de seroprevalencia en España1, que cifra la prevalencia de anticuerpos frente al VHC en población general alrededor de 0,85% y en un 0,22% la de infección activa. Se calcula que permanecen sin diagnosticar un 29,4% de los afectados, a pesar de que 117.000 pacientes habían recibido tratamiento con antivirales de acción directa (AAD) a finales de 2018.

Para cumplir con los compromisos de eliminación establecidos para 2030 de la Organización Mundial de la Salud, son necesarias acciones que permitan detectar y aflorar todos los casos que permanecen aún sin diagnosticar o tratar. Es fácil para los médicos de atención primaria recordar que los pacientes que practican conductas de riesgo, como el consumo de drogas o promiscuidad sexual, o llevan piercing o tatuajes pudieran estar infectados por VHC, tras la inclusión de estos grupos en las recomendaciones de screening habituales en el consenso de recomendaciones para el diagnóstico precoz, la prevención y la atención clínica de la hepatitis C en atención primaria, publicado en 20173 con la colaboración de todas nuestras sociedades científicas.

La inmigración desde países de alta prevalencia no se incluyó entre las recomendaciones de screening, aunque sí se reconocía en el consenso que era uno de los factores que podían modificar la prevalencia del VHC, especialmente en áreas donde residieran grupos de población procedentes de países como Egipto, Pakistán o Nigeria.

Actualmente, países como Reino Unido, Irlanda y Canadá han implementado campañas de cribado oportunista para detectar nuevos casos entre sus habitantes procedentes de estos países. Modelos estimativos realizados por el European Centre for Disease, Prevention and Control (ECDC) calculan que tenemos 50.000 casos de hepatitis C entre nuestra población migrada, teniendo en cuenta que en España residen 6 millones de personas procedentes de unos 100 países, aunque para el cálculo sólo se consideraron los procedentes de los 10 países con mayores tasas de contagio.

El desconocimiento de la distribución de estos afectados en el territorio nacional ha motivado este estudio epidemiológico, con el objetivo de estimar las regiones donde pudiera ser más eficiente implementar nuevas estrategias de búsqueda de casos.

Utilizando datos obtenidos del instituto nacional de estadística (INE) de las personas nacidas en otros países mayores de 15 años, como su año y el país de nacimiento, se calculó el número de posibles afectados en base a las prevalencias de sus países de origen, y ajustando según residentes en cada provincia.

Según este modelo, Cataluña es la comunidad autónoma con mayor número de casos entre inmigrantes, seguida de Madrid y la Comunidad Valenciana. Los países que aportarían mayor número de casos serían Rumanía, Italia, Pakistán, Ucrania y Senegal. Egipto presenta la prevalencia más elevada con un 15%, seguido por Camerún con un 11%, pero entre nosotros residen muy pocas personas nacidas en estos países. Destacar también que el área metropolitana de Barcelona aglutina el 50% de la población pakistaní, lo que es determinante en el total de casos en Cataluña, y que provincias como Alicante y Málaga presentan cifras medias de posible afectación por encima del resto de su Comunidad.

Concluyendo, este estudio nos puede ayudar a valorar la necesidad de realizar mayores esfuerzos de detección de posibles casos entre nuestra población inmigrante, especialmente de los procedentes de países de alta endemicidad, si queremos eliminar el virus de la hepatitis C en 2030.


Bibliografía y referencias: