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¿Es importante el análisis de los niveles de vitamina D en niños y adolescentes?


Dra. Rosaura Leis Trabazo | Pediatría

Hospital Clínico Universitario de Santiago, Santiago de Compostela


La vitamina D es mucho más que una vitamina, es una hormona con efectos pleiotrópicos y receptores en todas las células del organismo. Actualmente, la hipovitaminosis D es la nueva gran pandemia1.

La mayor parte de la vitamina D se sintetiza en la piel por la acción de la radiación ultravioleta y es muy difícil cubrir mediante la dieta sus requerimientos, salvo que se consuman alimentos enriquecidos. Las principales causas de déficit de vitamina D son la raza, presentando mayor riesgo los negros, la estación del año, mayor riesgo durante los meses de invierno, la latitud, mayor riesgo por encima de 43º Norte, el consumo de determinados fármacos como los antiepilépticos, patologías malabsortivas y la obesidad. En el caso de la obesidad, parece que la adiposidad podría actuar secuestrando la vitamina D e impidiendo su funcionalidad. Muy probablemente el aumento de la prevalencia de la hipovitaminosis D vaya paralelo al incremento del sobrepeso y la obesidad. Tanto es así, que la hipovitaminosis D se describe como una comorbilidad de la obesidad, ya desde la edad pediátrica.

Sin embargo, son precisos más estudios para evidenciar si la hipovitaminosis D es causa o consecuencia de la obesidad, ya que se sabe que la vitamina D a nivel periférico afecta la lipólisis y la lipogénesis, posiblemente a través de su papel en la modulación de las concentraciones de calcio intracelular, aunque las posibles explicaciones siguen siendo especulativas2.

Por otra parte, debemos tener presente que la hipovitaminosis D tiene como consecuencia alteraciones de la mineralización ósea como osteoporosis, osteomalacia o raquitismo, pero también alteraciones de la salud metabólica, mayor riesgo de síndrome metabólico, diabetes, hipertensión, patologías autoinmunes, infecciones, fundamentalmente respiratorias, describiéndose en la pandemia COVID-19, su posible papel en el mejor pronóstico de la enfermedad. Además, varias líneas de investigación están trabajando en su relación con algunos tipos de cáncer, especialmente de próstata, de mama y de colon.

En relación con los niveles de vitamina D, parece que concentraciones iguales o mayores a 20 ng/ml serían suficientes para la salud ósea, pero se necesitan niveles superiores a 30 ng/ml para la salud metabólica3.

Por todo ello, el pediatra debe estar alerta a los niveles y posible suplementación de vitamina D, especialmente en las poblaciones más vulnerables, como los niños y adolescentes con sobrepeso y/u obesidad.


Bibliografía y referencias: