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Helicobacter pylori: las dudas más frecuentes



  1. ¿Cómo se trasmite el Helicobacter pylori?
    Se cree que la bacteria Helicobacter pylori se propaga por medio de los alimentos y del agua contaminada y por contacto directo de boca a boca.  En la mayoría de las poblaciones, la bacteria se adquiere en la niñez.  La infección es más probable en los niños que viven en la pobreza, en lugares sobrepoblados y en zonas con sanidad deficiente. https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/germenes-infecciosos/hoja-informativa-h-pylori#q1
  2. Si la infección se adquiere en el seno de la familia, ¿se ha de solicitar test aliento a los convivientes?
    Actualmente no está recomendado el cribado sistemático de la presencia de H. pylori en la población general si no está expuesta a un alto riesgo de padecer cáncer gástrico. Por esto solo se recomienda el cribado en familiares de primer grado de pacientes con cáncer gástrico.
  3. ¿Se tiene que erradicar a toda la familia?
    Es en familiares de primer grado de pacientes con cáncer gástrico donde se recomienda tratar la infección por H. pylori, ya que este grupo poblacional tiene un riesgo 2-3 veces superior de presentar un cáncer de estómago y tiene también, con más frecuencia, alteraciones histológicas gástricas preneoplásicas.
  4. Tras la erradicación ¿cuantos se vuelven a reinfectar?
    La recurrencia de Helicobacter pylori es más frecuente en pacientes más jóvenes y en aquellos tratados con terapias de baja eficacia, pero es excepcional si se utilizan terapias de alta eficacia. Por esto, la erradicación posterapia se debe confirmar a las cuatro semanas con el test del aliento. La recurrencia de H. pylori después de la erradicación es rara en los países desarrollados (2.6%) y más frecuente en los países en desarrollo (13%). Y en un entorno geográfico donde el riesgo de reinfección por H. pylori es bajo (< 3% por paciente y año de seguimiento), como ocurre en países como el nuestro con un elevado nivel de desarrollo socioeconómico y adecuadas condiciones higiénico-sanitarias, no es preciso realizar una confirmación periódica de la persistencia de la erradicación si el paciente se encuentra asintomático.
  5. ¿No se podrían hacer cultivo y antibiograma?
    El cultivo de H. pylori a partir de una biopsia gástrica tiene una especificidad del 100% y la sensibilidad cae hasta el 40-80%. Esta baja sensibilidad se debe a la especificidad del medio de cultivo en el que crece Helicobacter pylori (medios de cultivo específicos, en microarobiosis, con temperatura entre 35-37 ºC y con tiempo de crecimiento lento de al menos 5-7 días) y a que requiere que sea transportado rápidamente desde la toma de biopsia hasta su inoculación (a ser posible debe ser transportarlo en un medio de cultivo específico). Esto hace que el cultivo sea una técnica cara, laboriosa y que requiere de una importante infraestructura microbiológica; por tanto, no asequible a la gran mayoría de los centros sanitarios, ni para atención primaria.
  6. ¿Con el tratamiento remiten las lesiones de la mucosa gástrica?
    La "cascada" de Pelayo Correa describe una secuencia de lesiones histológicas desde la infección del Helicobacter pylori hasta el posible desarrollo del cáncer gástrico. Se inicia con una gastritis crónica que evoluciona hacia una gastritis crónica atrófica, metaplasia intestinal, displasia y, finalmente, cáncer. El factor ambiental más importante relacionado con el desarrollo de la metaplasia intestinal gástrica es la infección por H. pylori. Algunos estudios han demostrado la regresión de la atrofia gástrica y la displasia de bajo grado, pero la reversibilidad de la metaplasia intestinal tras el tratamiento erradicador se ha objetivado solo en algunos casos.