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Tratamiento no farmacológico de los síntomas del tracto urinario inferior y criterios de derivación a Urología



Un motivo de consulta muy frecuente en Atención Primaria (AP) son los síntomas del tracto urinario inferior (STUI). El estudio EpiLUTS, publicado en 2009, muestra una prevalencia de STUI del 71% en varones mayores de 40 años. La mayoría de los pacientes presentaban sintomatología mixta, es decir, coexisten diferentes tipos de síntomas: de llenado, de vaciado y posmiccionales.

La etiología multifactorial de los STUI conlleva que el médico de familia lleve a cabo un estudio diagnóstico que le permita realizar un diagnóstico diferencial entre las variadas causas de STUI. La más frecuente es la obstrucción benigna de la próstata (OBP), seguida de la vejiga hiperactiva y la poliuria nocturna.

La mayoría de los pacientes con STUI se tratan en AP. En aquellos pacientes con síntomas leves que no son molestos, recomendaremos vigilancia expectante, medidas higiénico-dietéticas y cambios en el estilo de vida. En los pacientes con síntomas moderados o graves que resultan molestos se añadirá el tratamiento farmacológico, seleccionando el fármaco en función de los síntomas que predominen (de llenado, vaciado o posmiccionales).

El tratamiento no farmacológico consiste en una serie de medidas generales, como son manejar los líquidos restringiendo la ingesta antes de acostarse o de salir de casa, evitar alcohol, picantes y cafeína, evitar estreñimiento, revisión de la medicación y algunas medidas específicas, como la extracción del residuo uretral tras la micción (para evitar goteo posmiccional), técnicas de reentrenamiento vesical, uso de técnicas de distracción y de relajación para controlar los síntomas de llenado y técnica de “doble vaciado” vesical.

Tras el estudio diagnóstico inicial las indicaciones de derivación a Urología son:

  • Pacientes en los que hay sospecha de patología maligna de la próstata (elevación de PSA o tacto rectal patológico).
  • Presencia de complicaciones de la obstrucción benigna de la próstata (síntomas severos, litiasis, hematuria, residuo posmiccional elevado, dolor pélvico, divertículos en la vejiga y otros).
  • Existencia de un diagnóstico incierto o necesidad de ampliar el estudio por sospecha de otras enfermedades graves diferentes a la obstrucción benigna de la próstata (antecedentes de cirugía o instrumentación urológica previa, vejiga neurógena, antecedentes de infección de trasmisión sexual con secuelas uretrales y otras).
  • Durante el seguimiento del paciente con STUI a lo largo de los años, pueden surgir empeoramiento de los síntomas (a pesar del tratamiento) u otras complicaciones que también podrían ser indicación de derivación a Urología.


Bibliografía y referencias: