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Uso de antidepresivos en el embarazo y lactancia



En la ponencia de Depresión del curso de Santiago de Compostela del Programa AAP se plantearon dudas relacionadas con el tratamiento de diferentes grupos de pacientes, pero parece interesante centrarnos en el uso de antidepresivos en el embarazo/lactancia, dado que la depresión afecta a una de cada 10 mujeres durante la gestación.1

Paso a comentar de forma breve el artículo de revisión sobre el uso de antidepresivos en embarazo y lactancia1 publicado recientemente en Psiquiatría Biológica (2018).

La seguridad de los fármacos antidepresivos se ha estudiado extensamente en los últimos 20 años, prestando atención a teratotegicidad, síndromes perinatales, complicaciones postnatales del neurodesarrollo y lactancia. Existen dificultades metodológicas en la elaboración de los estudios de forma que, por razones éticas, el estudio controlado aleatorizado no puede ser aplicado para medir los riesgos de los psicofármacos durante el embarazo.

En general, en cuanto a teratogenia, las guías NICE contraindican el uso de paroxetina durante la gestación, que en 2005 pasa de la categoría C a D en cuanto a recomendaciones en gestación.

Los diversos estudios encuentran datos discordantes en cuanto a malformaciones cardíacas y no cardíacas con el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), de forma que la información no es concluyente. La posición conjunta del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología y la Asociación Americana de Psiquiatría es que las mujeres gestantes con depresión mayor pueden iniciar la toma de un antidepresivo.

Los datos para los antidepresivos no ISRS son aún más limitados, pero Andrade en su estudio reporta un riesgo de hasta el 18% de aborto espontáneo con duloxetina y síndrome de mala adaptación neonatal.

Con venlafaxina, mirtazapina y mianserina, Lennestal y Kallen encuentran mayor número de partos prematuros y complicaciones neonatales, pero no mayor riesgo de malformaciones congénitas.

En cuanto a lactancia, cuando se inicia un tratamiento, sertralina y paroxetina serian de elección, iniciando el tratamiento a dosis bajas, pudiéndose también considerar fármacos como fluvoxamina, duloxetina y mirtazapina. Todos ellos presentan baja excreción en leche materna con niveles prácticamente indetectables en plasma del lactante. Se recomienda vigilar somnolencia con mirtazapina.


Bibliografía y referencias: