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El asma inducido por el ejercicio es frecuente en la edad pediátrica. Se define como la obstrucción transitoria y reversible de las vías aéreas bajas desencadenado por la práctica de ejercicio físico intenso. Los síntomas de tos y disnea con sibilancias suelen presentarse durante o una vez finalizado el ejercicio, alcanzando su máxima expresión a los 5 - 10 minutos de haber finalizado y con un periodo refractario de 2 a 3 horas tras su aparición.

La educación del asma en el niño es más efectiva cuando se acompaña de planes específicos por escrito. Un plan de acción por escrito es un documento pactado previamente con el niño y/o su familia, debe ser personalizado según la gravedad de la enfermedad y características de cada niño y se expresa de forma sencilla, con instrucciones concretas sobre el manejo de las crisis de asma y sobre posibles modificaciones del tratamiento de mantenimiento, es lo que se define como autocontrol.

Dada la estrecha relación entre asma y alergia, particularmente en la edad pediátrica, es importante realizar un estudio alergológico a todo niño con el diagnóstico de asma, independientemente de la edad, en el que se sospeche que un alérgeno pueda estar influyendo bien sea en el desarrollo o en control de la enfermedad.