Publicidad banner vacunaccion sevilla es

Clasificación de subgrupos de pacientes con diabetes tipo 2 para un tratamiento personalizado



Siempre que hablamos de diabetes, clasicamente se divide esta patología en diabetes tipo 1 (por déficit de insulina derivada de la destrucción de los islotes pancreáticos) y diabetes tipo 2 (por predominio de la resistencia a la acción de la insulina, con importante carga familiar y asociada a otros factores de riesgo cardiovascular). Figuran después en las clasificaciones otras causas como la diabetes gestacional y otras menos frecuentes, como las diabetes asociadas a las enfermedades pancreáticas, a enfermedades endocrinas, monogénicas, por fármacos, etc.1

La diabetes tipo 2 es extremadamente heterogénea y las estrategias de tratamiento que se propugnan en los últimos años se orientan al manejo “centrado en el paciente”. Al decidir el tratamiento, se deben tener en cuenta condiciones específicas del paciente, como la edad, la existencia de obesidad o no, complicaciones cardiorrenales, etc.2

Gracias a la aparición de varios nuevos grupos terapéuticos de fármacos antidiabéticos, disponemos ya de una variedad de opciones para el manejo de la diabetes tipo 2 que empiezan a permitir seleccionar diferentes opciones en función del paciente al que tenemos que tratar, pero todavía estas opciones son muy limitadas y la selección está centrada básicamente en la prevención o en el tratamiento de las comorbilidades, sobre todo cardiorrenales.

Desde hace unos años, disponemos de información basada en la disponibilidad de información clínica registrada en formatos electrónicos y en la potencia de los equipos informáticos para analizar y establecer grupos de pacientes (“clústeres”) que, aun manteniendo el diagnóstico de diabetes tipo 2, se diferencian en función de unas características clínicas más específicas que además se complementan con el correspondiente correlato genético. Basándose en seis variables, a saber, autoinmunidad contra el islote pancreático, edad en el momento del diagnóstico, índice de masa corporal, valor de hemoglobina glicosilada (HbA1c), parámetros analíticos que indican la función pancreática y la resistencia a la acción de la insulina (HOMA2), un grupo de investigación identificó los siguientes subgrupos en una cohorte de población sueca3:

  1. Diabetes autoinmune grave (SAID): personas que de otro modo se clasificarían como diabetes tipo 1 (incluida la anteriormente denominada diabetes autoinmune latente de adultos). Es la forma que más frecuentemente se diagnostica por un episodio de cetoacidosis diabética (CAD)
  2. Diabetes grave por deficiencia de insulina (SIDD): también se diagnostica con frecuencia con CAD, pero las consecuencias más frecuentes son la retinopatía, la polineuropatía sensitivomotora distal, la neuropatía autonómica cardiovascular y la disfunción eréctil
  3. Diabetes severa resistente a la insulina (SIRD): enfermedad renal crónica (ERC) y enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA) son las complicaciones más prevalentes
  4. Diabetes leve relacionada con la obesidad (MOD)
  5. Diabetes leve relacionada con la edad (MARD)

Los cuatro últimos grupos representan nuevas entidades en el espectro de la diabetes tipo 2 y también, como se indica, difieren con respecto al riesgo de complicaciones.

Aunque los subgrupos difieren en su riesgo cardiovascular, estas diferencias no son estadísticamente significativas4.

Así pues, cada vez tenemos más información para que las personas con diabetes tipo 2 puedan ir siendo tratadas de forma más personalizada, pero este conocimiento todavía no está lo suficientemente desarrollado, ni los grupos terapéuticos tan evolucionados, como para que se pueda constituir en una práctica clínica con un nivel de evidencia suficiente. Queda esperar, pero las perspectivas para los próximos años son prometedoras.


Bibliografía y referencias: