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Criterios para determinar el tratamiento de la Hiperplasia Benigna de Prostata (HBP)



Los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) tienen una alta prevalencia en los varones a partir de los 45-50 años. Su etiología es multifactorial siendo la hiperplasia benigna de próstata (HBP) la causa más frecuente de STUI en el varón. En estos pacientes se debe realizar un estudio diagnostico inicial para descartar otras patologías del tracto urinario incluyendo patología urológica maligna. Este estudio determinará qué pacientes deben ser derivados a la consulta de urología según criterios de derivación1.

El tratamiento de la HBP consiste en: medidas higiénico dietéticas y cambios de estilo de vida, tratamiento farmacológico y en algunos casos es necesario el tratamiento quirúrgico.

Tan importante como realizar un buen diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado es el seguimiento de los pacientes con HBP que, en la gran mayoría de los casos, se va a realizar desde la consulta de Atención Primaria. En este planteamiento se basó la ponencia de la sede del Programa AAP de Tenerife este año.

Es necesario establecer una serie de visitas programadas donde se valorará tolerancia al fármaco, cumplimiento terapéutico y eficacia del tratamiento. Durante el seguimiento se debe monitorizar la evolución de la sintomatología mediante el cuestionario Índice internacional de síntomas prostáticos, en inglés International Prostate Symptoms Score (IPSS).

Para los pacientes cuyos síntomas hayan mejorado y permanezcan estables se programarán visitas anuales y, si en algún momento aparece un empeoramiento (aumento del IPSS > 4 puntos), deberán ser reevaluados realizando la exploración física y pruebas complementarias necesarias para cambiar tratamiento o valorar si existe criterios de derivación a urología.

En los pacientes en tratamiento con inhibidores de la 5-alfa reductasa (5-ARI) (finasterida y dutasterida) se monitorizará el valor de PSA sérico ya que esta clase de fármacos disminuyen las cifras de PSA hasta un 50% y se ha demostrado que cualquier aumento del PSA Nadir (valor más bajo de PSA durante el seguimiento del paciente en tratamiento con 5-ARI) mayor o igual a 0,3 ng/dl, confirmado a las 4-6 semanas, obliga a descartar cáncer de próstata, por lo que deberá ser derivado a la consulta de urología para realizar biopsia prostática.

En el estudio Association of treatment of 5α reductase inhibitors with time to diagnosis and mortality in prostate cancer2 publicado en la revista JAMA el pasado año se observó un retraso en el diagnóstico del cáncer de próstata y peor pronóstico en los pacientes que seguían tratamiento con 5-ARIs con respecto a los que no seguían este tratamiento. Por lo tanto es necesario tener conciencia de la supresión que estos fármacos provocan sobre el PSA y establecer unas pautas para conseguir una detección temprana de cáncer de próstata en los varones en tratamiento con 5-ARIs.


Bibliografía y referencias: