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Tratamiento farmacológico del vértigo en fase aguda


Dr. Carlos Asensio Nieto | Otorrinolaringología

Hospital de Día Quirónsalud Talavera, Madrid


Las anomalías del sistema vestibular a menudo provocan vértigo, una sensación ilusoria de movimiento de uno mismo o del entorno, que se asocia con una discapacidad significativa, con repercusión en la vida laboral y en las actividades cotidianas1. El vértigo puede surgir de lesiones periféricas (por ejemplo, laberinto o nervio vestibular) o lesiones centrales (como tronco encefálico o cerebelo). El manejo apropiado del vértigo a menudo requiere el diagnóstico correcto.

Centrados en el vértigo de origen periférico (vestibulopatía periférica), el tratamiento de elección se basa en fármacos con cierta actividad sedativa sobre el sistema nervioso central. El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) y el vértigo asociado a migraña constituyen la excepción a las lineas generales en el tratamiento farmacológico del vértigo. El tratamiento de elección del VPPB son las maniobras de reposición canalicular de Epley, Semont, barbacoa, etc. En el caso del vértigo asociado a migraña, el control de la migraña traerá asociado consigo el control de la sintomatología vertiginosa.

El tratamiento farmacológico del vértigo en fase aguda es un tratamiento sintomático y no etiológico. El objetivo fundamental es suprimir la aferencia anómala, procedente de un vestíbulo. Con esta supresión buscamos que el resto de aferencias que intervienen en el equilibrio en el paciente sean coherentes e informen al sistema nervioso central de forma unánime de cuál es nuestra posición con respecto a nuestro entorno, o dicho de otra manera de si nos movemos o no o de si es nuestro entorno el que se mueve o no.

Hay, en lineas generales, tres clases de medicamentos que suprimen el sistema vestibular anómalo y las náuseas y vómitos asociados2:

  • Antihistamínicos: meclizina, dimenhidrinato, difenhidramina
  • Benzodiazepinas: diazepam, lorazepam, clonazepam, alprazolam
  • Antieméticos: ondansetrón, proclorperazina, prometazina, metoclopramida, domperidona

Estos medicamentos son efectivos en el tratamiento del vértigo en fase aguda, pero su uso debe limitarse en el tiempo para reducir la presencia de efectos secundarios y para no retrasar o entorpecer los fenómenos de compensación del sistema nervioso central4, fenómenos de compensación que descartan la aferencia vestibular anómala o patológica. Los antihistamínicos son los fármacos de elección en la mayoría de los pacientes; la meclizina es el fármaco de elección en el embarazo3. Las benzodiazepinas pueden ser sedantes y se usan cuando los antihistamínicos no son adecuadamente efectivos. Los antieméticos de fenotiazina (por ejemplo, proclorperazina, prometazina) también son más sedantes y por lo general se reservan para pacientes con vómitos intensos, aunque son poco utilizados en España. El ondansetrón, es especialmente útil para las náuseas y los vómitos asociados con el vértigo agudo.

El principal efecto secundario es la aparición de extrapiramidalismo asociado a las propiedades antidopaminérgicas de las fenotiacinas, de la sulpirida y de un antiemético como la metoclopramida.

Hoy en día, disponemos de la asociación a dosis bajas de cinaricina y de dimenhidrinato que consigue un control efectivo de los síntomas asociados a la fase aguda del vértigo.


Bibliografía y referencias: