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Variante JN.1 del SARS-CoV-2, ¿sigue siendo efectiva la vacuna?



La variante JN.1 se detectó por primera vez en los Estados Unidos en septiembre del 2023. A finales de octubre, representaba menos del 0,1 % de los virus SARS-CoV-2. Se calcula que a primeros de diciembre supondría del 15 % al 29 % de los casos en los Estados Unidos y actualmente es la variante de más rápido crecimiento1.

Aunque tenga un nombre muy diferente a la variante BA.2.86 (Pirola), solo hay un cambio en la proteína de la espícula que las diferencia. Se podría decir que la variante JN.1 es “hija” de Pirola. Representa la gran mayoría de los linajes descendientes de BA.2.86 reportados a finales del año 2023.

El crecimiento continuo de JN.1 nos sugiere que es más transmisible o que tiene una mejor capacidad de evadir nuestro sistema inmunitario. Actualmente, no hay evidencia de que JN.1 represente un riesgo mayor para la salud pública en relación con otras variantes que están actualmente en circulación y de que las vacunas monovalentes utilizadas durante la temporada 2023-2024 sean menos efectivas que en anteriores variantes.

El Grupo Consultivo Técnico sobre la Composición de las Vacunas contra la COVID-19 (TAG-CO-VAC, por sus siglas en inglés) se reunió el 4 y el 5 de diciembre de 2023, para analizar la evolución genética y antigénica del SARS-CoV-2 y los resultados obtenidos con las vacunas autorizadas actualmente contra las variantes circulantes y los posibles cambios en la composición antigénica de las vacunas. Entonces las subvariante BA.2.86 y sus linajes descendientes, incluido el JN.1, representaban el 17 % de las secuencias disponibles en la GISAID, más de la mitad de las cuales eran de JN.1 y ello ha ido en aumento2.

Siempre que aparece una variante es posible que se produzcan nuevas infecciones, aunque la gravedad de estas no parece ser mayor. La protección de las vacunas monovalentes que se desarrollaron contra XBB.1.5 (ómicron), siguen siendo muy recomendables. Estas vacunas que se pusieron en España lo son especialmente en personas mayores de 60 años y en grupos de riesgo por enfermedades crónicas o determinadas condiciones, pues a pesar de la reducción en la neutralización de JN.1, es efectiva contra ella.


Bibliografía y referencias: