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Manejo del climaterio y osteoporosis (Parte 2): sofocos


Dr. José Luis Neyro Bilbao | Obstetricia y Ginecología

Hospital Universitario Cruces del Servicio Vasco de Salud, Baracaldo


Continuando con los post sobre el manejo del climaterio y osteoporosis, una vez que ya hemos hablado sobre terapia hormonal sustitutiva, abordaremos algunas de las dudas que surgen en el tratamiento de los sofocos.

¿Hay algún tratamiento para los sofocos?

El más eficaz de todos sin duda alguna es la terapia hormonal de la menopausia (THM) adaptada a cada situación, empleando idealmente hormonas naturales y a la dosis más baja posible para obtener todos los (múltiples) beneficios de su empleo y sin que aparezcan los (muy escasos) efectos secundarios. En ello están de acuerdo todas las sociedades nacionales e internacionales (desde la IMS -International Menopause Society-, la NAMS -North America Menopause Society-, la EMAS -European Menopause and Andropause Society - y en España la AEEM -Asociación Española para el Estudio de la Menopausia-, la propia SEGO -Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia-, etc, etc.).

Si la pregunta hace específicamente referencia a si debemos administrar o elegir la vía oral o la transdérmica, si con estrógenos naturales o sintéticos, si con PNM u otros gestágenos, si podríamos elegir la protección endometrial con un sistema intrauterino de liberación hormonal de levonorgestrel, si debemos decantarnos por productos no hormonales y emplear tratamientos provenientes de plantas, etc. habría que personalizar e individualizar (como en cualquier otra circunstancia), analizando pormenorizadamente la clínica de nuestra paciente, sus preferencias personales, sus hábitos de conducta, sus hábitos deportivos y sociales, incluso, los tratamientos deben adaptarse a cada caso concreto.

¿Cuál sería el tratamiento de elección si además hay insomnio?

El insomnio de los años anteriores a la menopausia suele ser la consecuencia de la inestabilidad y enorme variabilidad de los niveles estrogénicos de los ciclos anormales e irregulares que anticipan la menopausia1. No es infrecuente en estos años observar la presencia concomitante de sangrados uterinos anormales que muchas veces conducen a la anemia con necesidad de tratamientos (a veces, gastroerosivos) con suplementos de hierro 90 días seguidos o más... si añadimos la (frecuente) necesidad de estos años de control de la fertilidad para muchas mujeres que no tienen una buena planificación en este tema, la resultante final bien podría ser la oferta de un anticonceptivo hormonal combinado (AHC) vía oral que podría atender todos estos aspectos de manera simultánea: equilibrar los niveles estrogénicos y con ello regularizar los ciclos, disminuyendo el insomnio, al tiempo que reducir los sangrados, evitar nuevos tratamientos con hierro y asegurar la anticoncepción eficaz y segura2,3.

Respecto a la presencia de sofocos acompañantes, estos pueden y suelen presentarse incluso dos años antes de que ocurra la menopausia en un 80 % de ocasiones, por lo que podríamos ubicarnos en la situación antes descrita4,5. Con ese AHC podríamos hacer la transición menopáusica sin síndrome climatérico, solucionado el insomnio, sin miedos a embarazos tardíos (recuérdese la “punta” del incremento de abortos voluntarios entre mujeres mayores de 40 años en nuestro país...) y sin más sobresaltos, anemias o sangrados intempestivos.

¿Cuánto pueden durar los sofocos y cómo actuar ante mujeres que empiezan a tener sofocos años después de la menopausia habiendo descartado otras causas?

La duración del síndrome climatérico es muy variable, oscilando en general desde 2 hasta 17 o más. La THM debe siempre iniciarse tempranamente para incrementar su efectividad clínica y para no prolongar innecesariamente la pérdida de calidad de vida que ello comporta.

Como se ha señalado previamente, la individualización de las terapias, la elección de la vía e incluso la dosis apropiada, de acuerdo con las mejores preferencias de cada paciente (que mejorará sin duda su adherencia), deben ser la norma de la consulta por síndrome climatérico, tal y como se hace regularmente en cualquier otra circunstancia o con cualquier otro tratamiento.

¿Por qué hay mujeres de 80 años que vuelven a tener sofocos y cómo tratarlos?

Es evidente que los sofocos no son un síntoma exclusivo del hipoestrogenismo, en modo alguno. En algunas mujeres, es cierto, pueden prolongarse hasta 6 o incluso 15 o 17 años. Pero si la paciente nunca los ha tenido, por ejemplo, habría que descartar causas secundarias para que aparezcan, entre las cuales las hay de todo tipo, como la mastocitosis sistémica, una leucemia mieloide crónica, el hipertiroidismo, acaso un feocromocitoma, el síndrome carcinoide, etc.

Incluso una reacción al alcohol o al glutamato (“síndrome del restaurante de comida china”) podría originarlos y, por supuesto, una crisis de angustia, entre otras muchas cosas a descartar, sobre todo en esa mujer de edad avanzada y probable inmunosenescencia, en la que sospechar las neoplasias debe ser obligado.


Bibliografía y referencias:

  1. Coborn J, de Wit A, Crawford S, et al. Disruption of sleep continuity during the perimenopause: Associations with female reproductive hormone profiles, J Clin Endocrinol & Metab, 2022; 107(10):e4144-e4153
  2. Vásquez D, Neyro JL. Papel de la terapia hormonal de la menopausia en la prevención de la depresión y la demencia tipo Alzheimer. Gin Obstet Méx 2018 enero;86(1).
  3. Munro MG, Critchley HOD, Fraser IS, for the FIGO Menstrual Disorders Working Group. The FIGO classification of causes of abnormal uterine bleeding in the reproductive years. Fertil Steril 2011;95(7):2204-2208.
  4. Neyro JL, Castelo C, Quereda F, Cancelo MJ, Elorriaga MA, Palacios S. Recomendaciones generales para el tratamiento en la transición perimenopáusica [General recommendations over perimenopausal transition therapy]. Ginecol Obstet Mex. 2007 Oct;75(10):573-81.
  5. Ferrer J, Neyro JL, Estevez A. Identification of risk factors for prevention and early diagnosis of a-symptomatic post-menopausal women. Maturitas. 2005 Nov 15;52 Suppl 1:S7-22. doi: 10.1016/j.maturitas.2005.06.017.